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viernes, 25 de mayo de 2012

Cal y arena


Como en los chistes, empiezo por la arena. Esta mañana en un periódico he leído un término que no conocía, aunque el articulista decía “lo usamos todos”. Dicho término es “follamigos” y es lo bastante explicito como para no tener que dar muchas explicaciones. Por ser tan descriptivo, me gusta, aunque me da pena que la sociedad haya llegado al extremo de tener que acuñar esa nueva palabra.
La parte positiva, la cal, viene ahora, y llega de la mano de una de mis personas admiradas, tanto que para él no uso el término personaje, sino el de persona que considero es bastante más importante. Son unas declaraciones del don Emilio Calatayud, Juez de Menores; Quienes presumen de ser amigos de sus hijos acaban en el juzgado porque estos les maltratan”. Por fin alguien con responsabilidad dice en voz alta lo que es una obviedad. Esa gilipollez neo progre y altamente logsiana de intentar ser “amigo” de tus hijos es una barbaridad a tiempo completo. A los hijos hay que quererlos, respetarlos, educarlos, resumiendo criarlos, pero a los amigos se los escoge por afinidad, por edad, por similitud de pensamiento y no por el ADN. Gracias otra vez, don Emilio.
Otra de cal; La dirección había llegado a un preacuerdo/ La militancia de IU rechaza por 16 votos gobernar con el PSOE en Asturias”. Da lo mismo qué partido sea ni cual sea la decisión, aquí lo importante es que los militantes de base han pensado por sí mismos. No se han limitado a acatar lo que habían decidido sus acomodados jerarcas, sino que han expresado libremente su opinión. Eso es lo positivo.
La correspondiente de arena corresponde al gozo, alborozo, fastuosidad y júbilo en la ciudadanía (en la descerebrada, claro); El sofá que Michael Jackson iba a usar en su gira se podrá ver en España”.  Que sea noticia un sofá hortera, ordinario, insolente y recargado, es para echarse a llorar. Don Michael Jackson cantaba muy bien, pero de gusto andaba perdidillo y reconocer que esto del sofá tenga mérito es como para arañarse la cara.
Ahora la cal y la arena malacitana.
La cal es una operación para poner orden en las terrazas. Estoy de acuerdo en que se den permisos a las terrazas, porque embellecen a la ciudad y dan trabajo, pero no en cualquier parte ni de cualquier manera. Los abusos hay que cortarlos porque si no, la cosa puede llegar a extremos insostenibles y en este caso estábamos llegando.
La arena, es el permiso que le han dado al ex alcalde y defraudador Julián Muñoz, para irse de boda a Londres. La ley que se aplica con todo rigor a algunos, para otros es laxa y comprensiva. Echo también a faltar la airada protesta de esos que están preocupados por ejemplo con que don Iñaki no esté todavía en el talego y en cambio con esto, que nos es más cercano, no se alteran.

Bueno, es viernes, día que hay que dedicarle a Clarita, así que me voy y dejo de cavilar. Si hasta el presidente del CGPJ hace fines de semana de 5 o 6 días, yo puedo empezar el viernes. 

Hasta mañana.

Pepeprado

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