Por mi falta ayer a esta clase de enfrentamiento con la realidad.
Ya en el suelto que conseguí encajar, decía que estaba experimentando con una
tablet, y el resto del día me fue imposible porque se complicó. La conclusión del
experimento es que es un buen invento, no está mal. El que está mal soy yo, que
ya soy viejo para tantos aprendizajes nuevos, aunque prometo no tirar la toalla
ni bajarme de este tren de la modernidad. Caer, caeré, pero luchando contra los
bytes.
Mientras tanto, han pasado cosas. La gente está indignada porque el Ministro
de Educación pretende que los estudiantes estudien… ¡qué barbaridad! Con lo
bien que salimos en todos los informes europeos, para qué queremos que la gente
se esfuerce, si después vemos que los que llegan a ministrillos de la Junta
(por ejemplo) no tienen ningunos estudios ni saben hacer la o con un canuto. El asunto
de la cultura ¿empieza? a ser preocupante, porque ya, hasta lo/as que antes
eran escritore/as que se dedicaban a escribir y lo hacían bien, ahora se
dedican a salir en el papel cuché y a montar sus numeritos mediáticos; “Lucía Etxebarria se separa, tras once meses
de casada”. Qué porvenir cultural nos queda si los nenes no están obligados
a aprender y los pocos que quedan que saben algo, desertan y se pasan al
enemigo cutre.
Mejor mirar hacia estos
lares. En la Cortijá andan repartiéndose los puestos y la pasta. Como primera
instancia han prorrogado el PER, eso que pagamos entre todos y que beneficia
sólo a los del partido. Significa que la Junta, entre otras cosas seguirá
regalando todoterrenos a los alcaldes de cualquier pedanía para que trabaje cómodo
en su finca.
En Aquí, sigue el extraño
caso de los bomberos incendiados. Este es otro campo en el que lo que antes era
un cuerpo respetado ahora, cultivan el propio cuerpo para hacer calendarios en
pelotas y están haciendo cosas raras. Que les arda el cuartel e incluso que le
estropeen la puerta a la vecina que
avisó, huele a chamusquina y no sé cómo van a apagar este fuego interno.
Hay también una noticia que
habla de que la Semana Santa hizo bajar el paro en 6.632 personas. Imagino que a
esos que molesta todo lo de esa semana, también les molestará que esas familias
hayan recibido una inyección laboral, aunque sea momentánea, y seguirán “rajando”
de ella.
En lo personal, una nota románticamente
triste; la aerolínea que englobó a la primera compañía en que trabajé, Sterling,
cuando quebró, también ha quebrado. Ya hace años que no tengo relación con
ella, pero cómo, repito, soy un romántico, me ha pellizcado el corazón. Imagino
que ya en ella no quedarían ninguno de los colegas de mi época.
Y un susto; “En Tres Cantos/ Un hombre sobrevive tras
entrarle un rayo por el escroto y salirle por un pie” Aunque no conozco de nada a este
hombre, con sólo imaginar el momento y la localización del rayo, me propicia al
soponcio. Con el hermanillo chico no se debe jugar, ni meterle descargas, no se
lo merece. Ha sido siempre fiel… hasta donde puede.
Hasta mañana.
Pepeprado
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