Parece increíble pero lo que debería ser sólo una partido
de fútbol, se ha convertido en un debata nacional, y todo por culpa de unos
descerebrados que además son inconsecuentes consigo mismos. No se puede ir a
jugar algo de lo que se está despotricando. Da lo mismo, este país da para todo
tipo de inconsecuencias.
Por ejemplo es tremendamente informal andar por ahí llorando
porque les han rebajado sus ingresos, pero a la vez irse a dejar plantado al
ministro del ramo, pero… en estas circunstancias; “LLEGARON
EN AUDI Y BMW OFICIALES/ Los rectores plantaron a Wert tras una
"comilona" y cobrar las dietas”. Con estas cosillas, no
es la forma de hablar de austeridad ni de reclamar honradez. Hace tiempo, un
rector universitario era alguien mesurado y con un trabajo ímprobo, pero últimamente
se están reciclando como los futbolistas, en figuras mediáticas en las que,
como es natural, la imagen es fundamental. De ahí eso de coches oficiales de
alta gama y retoques estéticos donde haga falta. Se hace cuesta arriba aceptarles
a estos señores y señoras, los lloros de que no hay pasta para nada, al verlos
bajarse de un Audi tras una comilona y sabiendo que todo eso lo paga… la
Universidad. A ver cómo funcionan las Facultades de Ética… ¡ah, no! De eso no
hay Facultades, ¿para qué?
Por cierto en estas
facultades también podrían ir los responsables de UGT que protestan de los EREs
y hacen uno ellos mismos. Para esto hay convocada hoy una manifestación de los
afectados, contra la propia UGT. (Es verdad, lo juro, aunque no saldrá en los
telediarios de la Primera). Por cierto, en estos momentos hay una manifa bajo
mi ventana, formando follón. Es de CCOO y la componen exactamente 21
congregantes, entre ellos uno arrastrando un carrito con un amplificador para
dar más la lata. Esto debe ser para mantener entretenida a la tropa.
En cambio en Canadá sí se
toman esto en serio; “En protesta
por una ley contra las manifestaciones/ Al menos 400 detenidos en
Montreal tras una protesta pacífica contra el Gobierno”. Menos mal que la manifa era
pacífica, si llega a ser violenta ni se sabe cómo habría acabado.
Un poco más abajo, en
Manhattan, han despedido a una señorita de 29 años, por (literalmente) “tener unas tetas demasiado grandes y
distraer a sus compañeros”. Para que la cosa sea más original, esto pasa en
una empresa de lencería de judíos ortodoxos. La jefa llegó a sugerirle que “se las aplastara con papel celo”. Si
hay quien entienda esto que lo explique.
En Aquí, empieza a ser
preocupante lo del Carlos Haya. Ya reconocen 18 afectados actualmente por la
dichosa bacteria, y en el capítulo de muertos, ya hay dos. A ver cómo termina
esto, o mejor “como terminan con esto”.
Lo último; han empezado a derruir
el mercado provisional de Atarazanas. Seguro que de ahí salen unos despachos
estupendos para gente importante.
Hasta mañana.
Pepeprado
Foto y noticia copyright; Libertad Digital.
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