Vivimos en una época en que todo parece indicar que el mundo anda
dislocado, o alocado, que cada cual elija. Las cosas que se ven y oyen dejan
patidifuso a cualquiera.
Aquí, tenemos un sentido de la medida, pero no es único, en otros
sitios, otro muy diferente, En la India, un apagón dejó a oscuras y parados (perdón,
quietos, los parados están aquí) a… 600 millones de personas. Soy incapaz de asimilar
600 millones de ciudadanos a los que se les hace la puñeta todos a la vez.
Aunque nuestros dirigentes han conseguido, que encajemos, al hablar de pasta,
los miles de millones, generalmente “perdidos”, en cuestión de personas aun
contamos en decenas de milloncejos, no más.
Haciendo una traspolación y refiriéndolos
a nuestras cifras, sí a estos los cogen nuestros políticos, no quiero ni imaginar
cuántos millones de parados les habrían fabricado.
También un disloque está siendo la Olimpiada. Hay una china de 16 años
que jala en el agua como un torpedo que diría Chiquito, una judoka que va a salir
a partirse la cara, pero sin que se la vean, va a salir con el careto oculto
con un hyyab. Ella sabrá, pero debería pensar que no se puede tener todo. De
todo.
Para no ser diferentes, en nuestro país también se dan chorradas como para
dislocar pensamientos. El nuevo mandamás de nuestros ejércitos reconoce que el
50% de los vehículos de combate están inutilizados. Le ofrezco una idea; que
los dé de baja como elementos de combate y los dé de alta como vehículos oficiales
de representación. Con eso, tendrá toda la gasolina que quiera e incluso podrá
cobrar dietas.
En la provincia, mientras un cura de Nerja dicen que da las misas por
iPad y en televisores repartidos por la iglesia, (qué opinará de esto el Vaticano),
los malayos montan su último número (por ahora). Casi todos están ofendidos por
el trato que les han dado, incluso don Julián se quejó de que “España entera lo
tenga por ladrón”. ¡A él, que sólo viaja en coches de lujo y lleva perlucos de
millones de euros, pero todos ganados con sus ahorros de camarero!
Y ya, en la ciudad, para qué contar. El equipo de futbol está a la
venta. El primero que llegue con algo de pasta, se lo queda por un par de
chavos. Pasamos de un jeque que era como si Abderramán III hubiera vuelto y el
Málaga fuera a ser su Mezquita para la posteridad, a unos albaneses que de
pronto son los que más pasta del mundo tienen, sin que sepamos desde cuando en
Albania hay millonarios. Ahora se le quiere encalomar el muerto a unos yanquis
con el señor Banderas incrustado. Al final se lo quedará Sandokán.
El Ayuntamiento en su política de dejar al centro totalmente cadáver y
no permitir que nadie pueda llegar en coche a él, está dispuesto a comenzar ese
futuro engendro llamado el Soho. Al final esto será, abrir zanjas, quitar
aparcamientos y después parar las obras y dejarlo todo empantanado. Es decir,
lo de siempre.
Me voy, pongo una foto de la actuación de los Tenores que ayer olvidé
colgar, y otra de la situación actual de mi plaza.
Hasta mañana.
Pepeprado
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