Ya… Agosto

Eso, ya es agosto, ese mes que dicen el paradigma de lo veraniego, de lo jacarandoso, cuando se supone que todos estamos de vacaciones, que nadie trabaja pero… que tienen que subir las contrataciones. A ver como se soluciona esta antinomia kantiana; vacaciones totales y más gente currando.

Seguramente será para irse de vacaciones anestesiado, don Mariano ha prometido que tras el consejo de ministros del viernes va a hacer “balance del curso político” con los periodistas. Vale, pero el balance lo puede resumir en un par de conceptos; desastre y desilusión. Tras el hundimiento que supuso la etapa del más inepto de los presidentes que poderse tener hubiera, cuando se esperaba una mano firme con los asuntos generales y que empezara por donde había que empezar, don Mariano se enrocó en gallego y en vez de remediar el hundimiento, se empeña en que la sociedad aprenda a respirar bajo el agua. Está listo. Mientras no se esmere por barrer lo impresentable, empezando por su propia casa, nadie lo va a creer en España y mucho menos en eso que cada vez se ve más lejano, llamado Europa. Así que el balance no le va a cuadrar, diga lo que diga.

Por ahí fuera, los yanquis dicen que la ETA sigue siendo un grupo terrorista. Unos linces estos tíos. Encima se creen que con eso han descubierto como asar la manteca.

Lo que está entre el choteo y la pena, es el asunto de la viceministra costarricense. La han pillado en video primoroso, mostrando sus exuberantes alegrías carnales y ofreciendo su cariño al destinatario de sus amores, que según parece no es su marido. El video deja mucho que desear para ser viceministra, pero es una grabación íntima, robada y difundida de forma ilegitima, con el agravante de buscar un carácter vejatorio por no haber conseguido chantajear a la familia. Es una muestra más de cómo va la sociedad, por todas partes, da lo mismo Europa, que América, que cualquier otro de los dos mil continentes. Cada cual se salta las leyes morales sin que pase nada de nada. Triste a pesar de las refrescantes imágenes de la entonces vice, ahora ex. No sé cómo funcionará eso en Costa Rica, pero aquí llegar a ser ex de algo es una canonjía. Quizás, tras el mal rato le haya tocado la lotería.

Lo que sí he visto por ahí, es que un prestigioso violinista, don Alexander Dubach se dejó olvidado en un tren suizo un Stradivarius que le habían prestado. Es una de esas noticias que me reconfortan, ya que demuestran que en esto del despiste no estoy solo. El tiempo que paso buscando cosas es largo y azaroso, aunque ya no angustioso porque sé que en algún momento aparecen (como el violín de don Alex). Eso sí, me cabreo como un mono, pero…

Dejo esto. Esta noche ya disfrutaremos a tope de esa sensación de ser gilipuertas que nos transmiten nuestras cadenas de televisión. ¿Quién les habrá dicho a los responsables de programación que en verano desciende el coeficiente intelectual de “todos” los espectadores? Cuando llegan estas fechas, la programación se vuelve ñoña, insípida y rastrera. Lo mejor que puedes encontrar son reposiciones de tiempos pretéritos. Por cierto de tiempos en los que la televisión no era “libre”. Entonces, ¿por qué los programas mantienen su calidad en comparación con los de ahora? A ver un sociólogo progre que lo explique.

Hasta mañana.

Pepeprado