Ayer
dieron una noticia importante; el Gobierno dentro de sus medidas de control de
los gastos nacionales, ha tomado la medida de rebajar el sueldo “fijo” de los
grandes presidentes ejecutivos, consejeros delegados y
directivos de las entidades (los bancos, vamos), que aún no han sido intervenidas.
Les ha dejado el sueldo en “solo”… 500.000 euros. ¡Pobrecillos! A los que ya han
recibido y llevado la pasta urgente para tapar sus vergüenzas, también “solo”
300.000, naturalmente pagada con cargo al resto de los españolitos, que en esto
son siempre los que pagamos el pato. Una vez asumida la sorpresa de que dejarles
sus beneficios “fijos” en sólo el equivalente a 42.000 euros mensuales los unos y unos 25.000 los otros, es algo traumático y está considerado como una
medida restrictiva profunda y de gran austeridad, suena a chiste.
Tan
a chiste es, que me asalta esa gran pregunta; ¿el término “sólo” está tomado en
su primera acepción gramatical, la de adverbio, equivalente a “únicamente”, con
lo que se está cortando cualquier otro tipo de medida, o, en la segunda acepción,
como adverbio, es decir de algo “único en su especie”? De todas maneras, con
ambas formas, se está aceptando que estos esforzados directivos que (casi todos),
han sido capaces de arruinar a sus otrora boyantes empresas, quedan lo bastante
protegidos. Porque estas criaturitas del señor, (del señor Rajoy, del señor
Rubalcaba, del señor X…) se buscarán sobresueldos a base de acciones privadas, beneficios
colaterales, y demás asuntillos que les están vedados a los que van a cobrar
los 450 euros del Plan Releshes. No aclara tampoco la medida, si se les va a
restringir el empleo de aviones privados, billetes en primera clase a cargo de
la entidad o cuchipandas colectivas, pagadas por los propios sufridores bancos…
con los dineros de los clientes.
Con
esto, con estas medidas rimbombantes pero que no resisten el menor estudio
serio, y con la ausencia de otro tipo de medidas, no es de extrañar, que, por
ejemplo, el diario inglés The Guardian, (naturalmente progresista hasta los tuétanos),
haya incluido al tal Sánchez Gordillo como uno de los «cinco ejemplos para indignados imaginativos», equiparándolo nada
menos que a Gandhi y Martin Luther King. Naturalmente con estos alientos, el
perenganito este, sigue a lo suyo, y hoy ha vuelto a saquear otro supermercado,
esta vez en Mérida, y capitaneado el
asalto por un diputado de IU en el Parlamento extremeño, el presunto señor
Víctor Casco, que ha decidido en conjunción con el ex coordinador regional de
IU “la expropiación de alimentos” que a ellos les ha salido de los cataplines.
Vale,
mejor dejarlo, no tenemos arreglo, pero antes de irme y para contestar a todos
aquellos que se preguntan por qué no tenemos una sociedad como la sueca,
intentaré incluir el enlace a un reportaje portugués que habla sobre los políticos
suecos. Recomiendo su visionado, porque ahí está la explicación del porqué
nuestros parlamentarios no quieren ir a un estado a la nórdica. el enlace es; http://Diputado en Suecia.wmv. Si tecleáis esto, os sale, merece la pena.
Otra
foto de mi plaza, recobrando la paz, hasta que vuelvan de las vacaciones los indignados,
los huelguistas, los reclamantes, etc.… y me voy.
Hasta mañana.
Pepeprado
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