Llegó el día de la huelga. Entre otras cosas, esta es
bastante “original”. Se protesta por muchas cosas, pero la mayor parte de los
que la han organizado, organizaron también las cosas contra las que protestan.
De todos, el más festivalero es el personaje que pasó de la pancarta al sillón ministerial,
lo hizo de pena, y ahora está otra vez de furibundo pancartero. Estas cosas
darían risa si no fuera porque se está jugando con las cosas de comer.
Naturalmente, aquí en Andalucía, la huelga es todavía más
original, ya que aquí la están haciendo los que mandan. Los mismos que se
gastan la pasta de los andaluces en cosas raras, ahora salen a apoyar a los que
gritan. Incluso sus teles se han sumado a la huelga. RTVA ha suspendido sus
emisiones; a eso se le llama obediencia debida.
La otra noticia pintoresca externa la ha dado un pelotero
que don Vicente se ha llevado a Panamá para que vaya cobrando, el señor Susaeta.
Ha dicho que iba allí a, “representar a una cosa”. Que se sepa, este no ha renunciado
a cobrar de “esa cosa”. Lo están defendiendo, y hasta yo creo que puede ser más,
producto de su incultura y falta de vocabulario, que de saber de lo que está
hablando, pero de todas maneras, bien haría don Vicente en ponerlo en un avión
y mandarlo a su pueblo, porque visto lo que piensa, poco interés va a poner en
defender la camiseta. No sea, que a este la camiseta le dé sarpullido y haya
que pagarle por eso daños y perjuicios.
Aparte huelga, el futuro estado del señor Mas, nos ha
dado una prueba de qué, cuando se quiere, los asuntos administrativos, se
pueden hacer rápidas y eficaces. Lo malo es que para lo único que han usado de
esta facilidad administrativa ha sido para… cambiarse el apellido y
catalanizarlo.
Según una instrucción de 20 de octubre de 1998 del señor
Pujol, permite que cada cual se cambie el apellido “solo con decírselo al funcionario”, claro que solo para “catalanizar
el apellido”. Así los Rubio por Ros, los Escribano por Escrivá y cosas así. Se
les cambia a los extranjeros; a los franceses que se llamen Boulanger (panadero)
se les cambia por Forner, e incluso a un moro que se llame Haddad, se le puede
poner Ferrer. Mira que bien, ahora en vez de Sánchez, te puedes llamar Sanxis,
o en vez de Fernández, Ferrándiz. Es una forma como otra cualquiera de hacer el
gilivaina, y a la vez despreciar al apellido que nos dio nuestro padre o
nuestra madre. Es quizás el problema de los que no tienen muy claro quiénes
eran sus padres.
Otra cosa, en Madrid, parece que el que dio el permiso
para el fiestorro, el concejal al mando, también le regaló un negociejo de parquímetros
a otro amiguete. Si esto es verdad, al trullo con él. Ya.
En Aquí, las noticias son que todavía no se sabe nada de
los que robaron el depósito de drogas, a pesar de que ya ha pasado un año, y
que el Subdelegado del Gobierno ya ha reaccionado a lo de las patrullas
ciudadanas de las que hablaba ayer; ha amenazado a los vecinos.
Me voy. Ahora mismo tengo a los piqueteros frente a mi
casa. Están aburridos porque como el Central está cerrado, no tienen con quién
meterse y no saben que hacer. Están solo dando0 la coña con los pitos, pero
café no van a poder tomar ni tienen a nadie a quien insultar.
Hasta mañana.
Pepeprado
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