Ando
liadete, por tanto me siento en este muro de lamentaciones tarde y con la mente
cansada, pero no quiero seguir dejando atrás el comentario a una noticia de
hace un par de días.
La
noticia es sobre un juicio que van a hacer a unos ciudadanos, que el pasado 23
de enero, es decir hace la tira de tiempo, en una reunión con rito de santería incluido,
decapitaron a un gallo.
Por
esto, considerado delito de maltrato de animal, les piden seis meses de prisión,
“así como a dos años de inhabilitación
especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación
con los animales”.
Posh
vale.
Dejando
aparte que según esta forma de ver el asunto, todos los que quieran comer pavo
o pollo estas Navidades lo tienen crudo, pueden terminar en el trullo, esto es
una solemne chorrada.
También
lo van a tener fatal los aficionados y fabricas dedicadas a matanzas, así que morcillas,
salchichones y similares van a ser excomulgados de nuestras dietas
alimentarias.
Bien,
hablando en serio, esto es, aparte de una chorrada como ya he dicho, otra de
las tonterías que nuestro actual sistema judicial ampara.
Si
el señor Ministro de esta cosa, que no me atrevo a llamar Justicia, de verdad
quiere “desatascar” los juzgados, lo que debe hacer, en vez de poner grandes
precios a los juicios serios, es evitar estas gilipolleces.
Toda
la noticia en sí es un despropósito. Este empieza al saber que un hecho que aconteció
a finales de enero, esté todavía rodando por esos juzgados de Dios, cuando lo más
sensato sería haberlo despachado en el mismo mostrador de denuncias y sobre la
marcha.
Este
tipo de cosas, entre las que abundan los juicios y contra juicios de famosetes
de oropel, con querellas interpuestas solo para alimentar tertulias
telebasureras, son las que de verdad atascan eso que debería ser justicia y que
es solo aplicación de leyes, que es cosa harto diferente. Si se acabara con
esto, algo, y yo creo que bastante, avanzaríamos por este camino minado de los
juicios de cada día.
Por
tanto, señor ministro, mejor dedíquese Su Señoría a meter en la cárcel a los chorizos
presuntamente humanos que abundan en nuestra sociedad y deje tranquilos a los
chorizos del buen yantar que esos solo hacen daño, pero poco, al colesterol.
Por
cierto, si le faltan chorizos de esos de corbata o chaqueta de pana de marca,
puede leer los periódicos. Todos los días salen algunos, si no les parecen
bastantes, pregúntenos a los ciudadanos de a pie, le podemos ilustrar.
Por
hoy ya está bien, mañana más.
Hasta
mañana.
Pepeprado
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