Empieza
otra semana que nos traerá de todo, pero hoy, en los media, es sólo día de
repaso del número de víctimas de accidentes del fin de semana. Así entretienen
al personal y se espera a recibir órdenes.
Por
cierto entre esas víctimas, las de un simulacro de emergencia en un barco en la
Palma. Hay que reconocerles que el simulacro lo estaban haciendo realista de
narices, aunque a los fallecidos les habría venido mejor menos ímpetu en la simulación
Lo
que me parece, y es, ejemplar, ha sucedido allá en
la Gran Bretaña, a la que a mucha gente gusta poner como un trapo pero que yo
cada día envidio más.
Allí,
en 2003, un tipo que era el ministro de Energía del país, fue “cazado" por
un radar conduciendo con exceso de velocidad. Intentó que se apuntara la multa
su parienta para salvar los puntos, pero a los ocho meses (sólo ocho meses) lo
enjuiciaron por intentar salvarse él y por mentir, e inmediatamente…, dimitió
del cargo. ¡Toma ya!
Pero
la cosa no para ahí. Ahora, cuando en el juicio se ha declarado culpable, ha
dimitido también y ha abandonado su escaño parlamentario… por eso, por algo que
a ocurrió hace diez años. Asombroso. Increíble. Alucinante.
Esta
actitud del señor Chris Huhne, aquí es totalmente impensable, pero hay más. No
creo que aquí, ningún ministro conduzca su coche; que le llegue una multa; o
que un juez le investigue por estas cosillas de querer cargarle el chumbo a su
parienta. Es también cosa de cuento de hadas, que por estas cosillas, se dimita
de algún cargo, y del escaño, ni flowers. Aquí, lo suyo es abrazarse al aforamiento,
seguir cobrando pase lo que pase, y si acaso, mandar al policía y al encargado del
radar, a Fuerteventura a contralar el vuelo de las gaviotas. Para qué hablar de
considerar falta grave lo de mentir. Echar trolas, colocar bolas y largar
pufos, es considerado mérito que avala para conseguir cargos. Eso atañe a todos
los partidos, los de derechas, los de izquierdas, los de arriba los de abajo, los
nacionales, los nacionalistas, los municipales, y los de las hipotenusas. En todos,
hay artistas de la cara hormigonada y la jeta de acero inoxidable, que están,
por si fuera poco, amparados por los jueces que le correspondan a su partido, con
lo que ni multas les ponen. Por eso, cada vez me gusta más la UK, a la que conozco
(he trabajado con ellos), y que aunque tienen sus defectos, comparados con los
nuestros son pecata minuta. Ahora, el que no esté de acuerdo, que se lo haga
mirar.
Para
que pensemos en estas cosas, en Málaga, el súper concejal de moda, anda quejandose
de que los policías díscolos andan multando al bar de su hijo por hacer ruido.
Cuando este bar pone pianos en la calle, mientras a los otros se les vigila a
ver si el camarero lleva un transistor para oír música no se queja. Desde luego,
tampoco son de fiar los denunciantes, pero es que eso es lo que tenemos, lo que
crió a sus pechos otro concejal, y que ahora andan sin cordero y sin pastor.
Otra
cosa. Dicen que han contratado a 200 personas para “llegar a tiempo a la inauguración”. Eso es lo importante; la inauguración.
Que después funcione ya es otra cosa, para eso que busquen a otros.
Lo
importante es esto; “El cubrepene de
lana, el regalo de moda por San Valentín”. Precioso, lo más fino y delicado
que he leído en los últimos tiempos. Reflejo de nuestra sociedad.
Hasta
mañana
Pepeprado
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