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lunes, 14 de septiembre de 2015

Hablemos de multitudes

Es obligatorio hablar de la Diada de las narices y del peñazo que nos han dado las teles y demás medios de presunta comunicación con ella y que siguen dándonos.

Pongo un par de fotos con mucha gente, lo que en Málaga se dice “unas pechá de gente”. La primera, esta del principio es mía, la otra, la del final es cortesía de RPS.

En ellas, repito, se ve a mucha gente, pero no son de la Díada, sino simplemente de la que congregó en Málaga, la Coronación de la Virgen del Rocío.

Las pongo porque sé positivamente, que una gran parte del país se ha asustado al ver las imágenes de Barcelona, pero hay que reflexionar más fríamente.

Sí en una capital pequeña, como es Málaga, sin la parafernalia propagandística ni el soporte logístico que han puesto a disposición de los organizadores los gerifaltes de la Generalidad, una cofradía, una sola cofradía, ha conseguido convocar tanta gente, porque no olvidemos estas fotos son “solo” de la Plaza de la Constitución, y me consta que todo el larguísimo recorrido estuvo igual de concurrido, nos debe renacer la esperanza.

A esto, le añado que esas multitudes de Barcelona, ya las he visto antes. Son las mismas que durante el franquismo, cuyos todos sus defectos están repitiendo los del Todos Arrejuntados y Cia., aparecían para cualquier acto que se las requiriera.

Las mismas que abarrotaban la plaza de Oriente, las mismas que iban a vitorear al General cuando iba a Barcelona, o las mismas que hicieron colas interminables para darle un último adiós.

Por tanto, las prácticas, a veces casi mafiosas, para conseguir lavarle el cerebro a mucha gente y manejarla como títeres, es algo de los que estamos al cabo de la calle y debemos ejercitar eso tan saludable de pensar por nosotros mismos, sacar nuestras propias conclusiones de los actos de cada cual, y dejar de adherirnos a las consignas oficiales, oficialistas u oficiatontas de determinados iluminados, como el tal señor Más que Menos, del que me acabo de enterar que tiene todo preparado para jubilarse (cobrando la pension del Estado español, claro), e irse a Nueva York a vivir con su retoño, y así gastarse la pasta que ha “ahorrado”. O sea, la lia, y se pira… muy elocuente.
La guerra de cifras en las que se disparata hasta extremos impensables, en las que los millones de personas se manejan con alegrías festivaleras, no son de fiar, son casi de chiste. En la macro manifa hubo mucha gente, esto es indudable, pero en el resto de Cataluña, en sus casas para escapar de las intimidaciones de los matones del independentismo, había mucha más, así que mantengamos la esperanza de que a la hora de la verdad, por mucho que manipulen las cuentas, las sagradas matemáticas los devuelvan a la realidad e impere la cordura.
Personalmente, y creo que cómo muchos más de los españoles, estoy hasta el gorro del coñazo que dan estos independentistas, pero por respeto hacia a esos otros catalanes que se sienten españoles como yo, hay que aguantar, aunque eso sí, sin admitir que para hacerles el caldo gordo se les haga una Constitución a su medida… porque lo diga don Pedro o lo diga don Pablo, que los quieren contentar como hasta ahora, con dinero. Eso se llama aceptar un chantaje.
De otras cosas, mejor dejarlo para otro día, son además desagradables.
De Málaga, ya está dicho, todo un finde festivo y en paz, lo que es mucho decir en estos tiempos.

Hasta mañana

Pepeprado


P.S.- Es posible que falte a esta cita un par de días, intentaré que no, pero tengo asuntos personales que atender.



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