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miércoles, 2 de septiembre de 2015

Un lujo personal

Ya no es Agosto, es miércoles que es día muy pacífico, y las noticias siguen embarradas. Por todo eso, me coy a dar un lujo; no voy a leer los periódicos de hoy. Me voy a dedicar a recapacitar sobre cosas que me pasan a mí.

Hace poco, en alguno de esos trozos de programa que acostumbro a ver, pusieron unas imágenes de don José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, para el mundo Azorín. En esas imágenes aparecía ya mayor, escribiendo, y para ello, consultaba un diccionario. Fue una imagen refrescante, porque si un monstruo del arte de escribir como Azorín, aún seguía consultando el diccionario, significaba que yo, qué como un humilde alguien que aún se quiere ilustrar, eso de consultar, lo hago mucho, no voy descaminado. Gracias don José.

Lo malo, es que estoy seguro qué el ilustre literato y sus colegas de generación, no tendrían que luchar con las cosas que se ven y se oyen ahora, muchas de ellas en boca o tecla de algunos que se consideran a sí mismos, ilustrados.

Hoy por ejemplo he tenido que consultar, no en diccionario que ahí no habrán reaccionado todavía, sino en San Google, que puñetas era eso de CEO del que hablan todos lo comunicadores de pro. Pues bien, se trata del Chief Executive Officer, que no es un ente que haya surgido de la nada, sino simplemente el antiguo y tradicional Director Ejecutivo. Es decir el que manda de verdad, no esos directores honorarios, ni los que ponen para dar lustre en la empresa, resumiendo el corta cabezas, el organizador. ¿Por qué ahora hay que cambiarle el nombre? Simplemente porque es guay, progre, inn, etc… para estos  del actual mundo dirigente.

A otra cosa mariposa. También en otra publicación de las que leo atrasadas, me entero que ahora lo de llevar barba, es “hipster”.

Como soy barbudo convencido y luzco, o mas bien transporto, ininterrumpidamente, este aditamento capilar desde la semana siguiente de licenciarme de aquella mili que ahora nadie quiere recordar, me preocupé, y me puse y dispuse a enterarme de que leches era eso de hipster.
Esta es la definicion, naturalmente una wikideficición, del término; hipster; grupo de personas que se caracteriza por tener gustos e intereses asociados a lo vintage, lo alternativo y lo independiente”. Para que la cosa quede aún más cursi, añaden; “están en contra de las convenciones sociales y rechazan los valores de la cultura comercial predominante (el mainstream), en favor de las culturas populares locales”.
Manda güevos, que diría un presidente de parlamento, que yo, desde aquellos lejanos años 60/70 sea todas estas cosas. No fui consciente en ese momento, de que me convertía en tantas cosas. Lo siento también por mi padre, al que nunca le gustó que su hijo fuera un barbudo a lo Fidel o el Che, y al que yo medio convencí, nombrándole ministros y autores del pasado que lucieron el piloso aditamento. Me habría gustado poder decirle que yo era un precursor de lo hipster y a lo mejor don José se habría quedado más tranquilo… o no.
Bueno, consciente ahora de la actual importancia de mi barba, la miraré con otros ojos, ya que me ha transportado a otro nivel. ¡Y eso que no es una barba a lo yihadista actual!, que es la que se lleva.
Lo reconozco, esto de no leer periódicos es, no un lujo, sino un lujazo. Tengo que darme más.

Hasta mañana


Pepeprado

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