Eso es lo que parecía el día de ayer.
Enteramente que el mundo se iba a acabar y que las Siete Plagas estaban al
caer. AL final, no ha sido tanto, aunque lo más importante es que nos van a
seguir dando la vara con esto.
Aclaro, para que se vea que soy original (y
consecuente), que ayer, conseguí, conscientemente, no ver ni un sólo minuto de
presunta política. Conseguí esto a base de mucha La2 y trampeando con las teles
independientes comerciales. Poner las cadenas generalistas o la radio era suicida.
Bueno, todas no, Telesusana seguía a lo suyo, al ársa y olé de cada día. Estos
son inasequibles al desaliento, viven en su nube.
Ya esta mañana, me he enterado que ha
pasado lo de siempre; todos han ganado. Aunque esta vez sí que ha habido algunos
que se han dado una leche importante, léase los partidos “de siempre” más el
presuntamente todopoderoso Podemos. EN lo único en que todos parecen estar de
acuerdo es que a don Arturete nadie lo quiere ver ni en pintura.
Naturalmente, ahora todos los analistas están
explicando que ellos ya sabían lo que iba a pasar y dando unas explicaciones fantásticas
sobre lo que va a seguir. Lo mismo de siempre, nada ha cambiado.
Si vemos lo que ha pasado con una cierta frialdad
se ve que ha pasado lo que tenía que pasar.
Tras estar varias décadas los del PP y los
del PSOE dejando la educación en manos de los animales esos que han estado gestionándola
como si fuera un cortijo propio, es natural que la ciudadanía ande ahora como
anda. Desde aquellos lejanos tiempos de Felipe, ininterrumpidamente hasta ahora,
se ha permitido que en las escuelas y en los medios de comunicación se estuviera
“convenciendo” a los chavales y a sus progenitores del “España nos roba”, de que
están “ocupados” y del resto de patrañas que estamos hartos de ver. La persecución
a los castellano hablantes ha quedado impune, la rotulación ha sido un arma de
agit-pro y la impunidad hacia los sucesivos desacatos a las leyes, han redondeado
el panorama. Así, con estos mimbres, ha salido el canasto que nos ha salido. Ahora
nos queda aguantar otros varios meses, dándonos la vara para explicar cada
cual, lo que quiera explicar, con lo que la salud mental del total de la
población española está en peligro.
Para redondear el asunto, el Gobierno Vasco,
o mejor, los de siempre, los del PNV, ya está intentando sacar tajada. Ya han enseñado
la patita pidiendo también ellos una independencia a su medida, naturalmente
con ellos como gestores. Esperaremos a los gallegos, quizás a los navarros y a
los baleares, etc... Lo llevamos claro.
Aparte, como la vida sigue, y más para
ella, doña Susana anda colocando a sus fieles en los puestos claves con vistas
a su próximo Congreso. Todo atado y bien atado (¿de qué me suena esto?).
El resto, los
asesinatos reglamentarios, Assunta, Cuenca, el de Sevilla, etc… el pan nuestro
de cada día judicial.
En Málaga, los
taxistas ya avisan de que no quieren soltar su monopolio, van a holgar el próximo
miércoles para cerrarla ciudad. Lo normal.
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