Es un fin de semana eso, variopinto. Los ultra demócratas de Barcelona se preparan para dar la coña un poco más; “Barcelona se prepara para una manifestación 'masiva' en defensa del Estatut”. Para que estén todavía más cabreados, parece que la selección y el mundial los están dejando con el culo al aire, e incluso el ayatollah local está mosca y preocupado porque ve en los balcones más banderas españolas que catalanas. Es lo malo de hacerse portavoz de todos sin preguntarles antes a los que va a salvar, porque me da la impresión de que si se pudiera preguntar a “todos” los catalanes, este se podía llevar un revolcón más que regular, pero claro, como se decía en el teatro; “suenan más veinte pateando, que doscientos aplaudiendo”...
Lo más pintoresco anda por Aquí. En esto primero se suman factores hasta ahora intocados por los habituales escándalos, la UMA y su relación con lo externo; “Un aprobado y un favor urbanístico estarían detrás de las detenciones”. Según dice la noticia, el alcalde que es a la vez profe de la Universidad, negoció con un futuro abogado, (del que lo único que ya parece demostrado es que vale para eso, para abogado sin escrúpulos), y en el trato entró hasta un aprobado de una asignatura. Está bien pero parece baratito, ¿una sola signatura?, no sé, pero hay arreglos más jugosos.
A otra cosa, mariposa. En la alegría porque parece que eso tan complicado llamado PGOU está aprobado, empiezan a salir flecos raros; “Posible traslado del estadio de La Rosaleda a Puerto de la Torre” Naturalmente en el solar del actual emplazamiento se vendería y se harían más construcciones. El único pulmón interior de Málaga que es el lecho del rio y sus laterales parece estar en el punto de mira de los listos del lugar. La historia del Málaga, ni antes ni ahora, parece justificar que necesite un macro estadio porque no se le ha visto muy capaz de llenarlo por sí mismo. Para que la cosa esté clara, clarita, sí el actual club “pertenece” al jeque de rigor, pues que este se haga el estadio donde quiera y le salga del turbante, pero eso sí, pagándolo él, que es el que parece tener pasta y el que espera hacer negocio, no los ciudadanos del lugar que andamos haciendo cuentas.
Al final una alegría dentro del desastre; “Historias salvadas de los escombros/ Federico Castellón ha logrado salvar 5.000 sobres con negativos y dibujos cofrades de una casa de la calle Cárcer”.
Hay que leer la noticia para darse cuenta de lo borrico que somos, capaces de tirar lo que es parte del patrimonio visual de la ciudad a la basura y encima ponerle pegas al único que se interesa por ello. Al menos una parte se ha salvado gracias a un ciudadano, que con esto de pregonarlo a los cuatro vientos, a lo peor se busca un lio, ya que ahora que él ha dicho que la cosa tiene valor, le van a salir dueños de debajo de los ladrillos.
Bueno, lo dejo, ayer no tuve tiempo y mañana con lo de comprobar la predicción del pulpo es posible que tampoco pueda. Lo intentaré.
Hasta pronto, lo antes posible.
Pepeprado
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