En realidad
estoy no de vuelta, sino de revuelta, ya que el sábado me volví a ir, me fui a
Ronda a la presentación en sociedad de la restauración de la imagen de Nuestro
Señor Ecce-Homo “Señor De La Escala”, restauración financiada por el IAPH y que
ha llevado a cabo la doctora Beatriz Prado, es decir, mi hija, que lo hizo estupendamente
(ambas cosas, la restauración y la presentación) y que estuvo acompañada por su
compañera Doña Maria del Carmen Oliva, historiadora del Arte.
El acto estuvo muy bien, pero
la presentación en sí, que se hizo en la misma iglesia de Ntra. Sra. de la Paz,
estuvo mediatizada por un frio espantoso que nos dejó listos. Todo estuvo
sobrellevado estupendamente gracias al cariño y el buen trato de toda la
Cofradía, cuyos hermanos nos acogieron de la mejor forma posible y nos dieron
su amistad como si nos conocieran de toda la vida. Gracias a don Manuel
Vallecillo, hermano Mayor en quien significo a todos sus compañeros de cofradía.
Sigamos con la re-vuelta.
Mientras yo estaba a mis cosas, los políticos que perdieron se han dedicado a
darse sus navajazos en Sevilla, donde siguiendo eso de “dientes, dientes, que
es lo que les jode”, todos se han abrazado cuidando de no arañarse en público.
Tras las votaciones, todo sigue igual; doña Carmen vuelve a perder la ene final
y al abuelo almeriense y sale ganador el que sale siempre, es decir don
Zarrias. A don Griñán, directamente lo han embalsamado y lo dejan para las
fotos.
Mientras estos, que no
olvidemos aún son responsables de las cosas de mi Andalucía, se olvidan de
otras preocupaciones, como por ejemplo evitar que salgan noticias como la de
los vecinos de Carbonera, un pueblo de Almería (si, de la provincia del abuelo)
quejándose de que mientras a las tortugas (y los tortugos) y otras especie
marinas, tienen a su disposición todo tipo de asistencias, incluyendo radiografías,
los ciudadanos se tienen que meter 60 kilómetros entre pecho y espalda para
cuidarse sus dolencias y que les vean sus huesos, porque no tienen asistencia médica adecuada.
Eso no lo mira nadie de esos que tienen su puesto en algún enchufe dedocrático.
En Málaga, mientras, siguen
intentando cargarse cualquier arreglo para el Convento de la Trinidad. Se
quejaron mucho de que lo usaran los militares, pero desde que estos lo dejaron,
nadie ha hecho nada por esto y mientras el otro día decía el periódico que iban
a meter en la cárcel a un señor que había echado abajo unos pedazos de tabiques
del siglo XVIII, en una finca en medio del campo, ahora están dispuestos a
echar abajo todo este complejo, seguramente para hacerse algunos despachos
guays para los que decidan la demolición.
Me voy, pero acaban de dar la
noticia de que al fin, han castigado al señor Contador por los 5 o 6 picogramos
que le encontraron de más. Es otra injusticia más y otro producto de la
envidia, de la que hay que reconocer que los deportistas llevan una parte importante,
si no que se lo pregunten a doña Arancha, a la que su familia ha dejado en
pelota picada financiera. Pobres.
Hasta mañana.
Pepeprado
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