Aprovecho para poner esa foto que dije iba a dedicar a mi amigo Rafa N.
para que sienta que por ahí valoran su actividad de forma adecuada. Salud,
hermano.
Para seguir con fotos y ponerme al día, iré con por orden crono- ilógico;
otra de la Catedral de la Rioja, ¿por qué? Simplemente para que se vea lo
natural y bello que se ve un edificio completo y completado, sin chorradas
pseudo románticas ni falsas “tradiciones”.
Para terminar con esto, dos fotos del domingo, donde se ve que antes de
que pasara la procesión del Corpus, no había nadie, ni indignado ni sereno,
tras el altar, y la otra que demuestra que ante el altar había bastante más prosélitos
que tras él. O sea, que hay ciertas cosas que la gente sí que tiene más clara.
Una de ellas es no mezclar churras con merinas, ni celebraciones con protestas.
Con esto, termino el asunto fotos, y aunque no quiero perderme en el cúmulo
de malas noticias de los media, en los que ya hasta hay críticas furibundas al
señor Del Bosque, olvidando la vaselina que le estaban dando hace sólo tres
días, sí quiero recapacitar sobre algo en particular.
¿Cómo nos pueden pedir que tengamos confianza en la Justicia, así como institución,
si te enteras de esto? En Huelva, es decir, aquí mismito, a nuestro lado, su Fiscalía
Provincial tras múltiples pesquisa, requerimientos y gastar pasta en esto, en investigar
a un ex alcalde, el de Valverde del Camino, que pagaba en las casa de putas
(vamos a dejarnos de eufemismos) con la Visa municipal, ha decidido archivar la
causa, por qué “no ve indicios de delito
en ello”.
Cómo nos convencemos ahora de que la ley es igual para todos. Si cae en
esa fiscalía un pobre cateto que haya cortado unas matas para hacerse una infusión,
seguro lo mandan a galeras, pero ¿a un alcalde? No, por Dios, que ese lo mismo
nos coloca a un familiar.
Para que valga un ejemplo, en Benalmádena, también muy cerca, a uno que
había “recolectado” 100 kilos de anémonas (ortiguillas cuando ya están en el
plato), le han incautado el producto y se verá que se hace con él y cuanto paga
de multa. Pero no se crea que es porque la ortiguilla sea especie protegida, ni
porque estuviera en un galeón del sXVI, sino simplemente porque el ciudadano, “al parecer, había practicado la pesca
profesional de esta especie sin contar con las autorizaciones pertinentes (por
lo visto, se necesitan varias) y sin
titulación para practicar el buceo”. Suena a chiste, pero no lo es. Es otra
más de las inconsistencias del Código Venial y Venal por el que nos regimos. Aquí
se castiga no según el delito, sino según quién lo comete.
Decía don Francisco (de Quevedo, naturalmente) que es poderoso
caballero Don Dinero, pero últimamente parecen ser más poderosas aún… las afinidades.
Hasta mañana.
Pepeprado
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