En principio, la fulminante dimisión del presunto
señor Blatter, podía parecer sorprendente. Pero, si lo miras más tranquilamente
es simplemente… sospechosa. Cómo que se sepa, los integrantes de los mandamases
de la FIFA no están aforados (más quisieran ellos), es posible le sea más fácil,
darse el piro sin tener que ir a la oficina. Desde luego el tío es un artista,
ha conseguido que lo investigue el FBI, y estoy seguro qué, en unos añitos, se
podrá ver la película del asunto en la tele.
Por aquí, como en los asuntos presuntamente
serios sigue el ambiente similar al de animalitos en celo, haciéndose el
cortejo nupcial unos a otros, desplegando sus plumajes para ver si convencen a
alguna pareja, vamos a un asunto fuera de lo corriente.
Hay un niño con difteria. Esto en el siglo XVIII
o XIX, no era noticia, pero en el XXI se consideraba erradicada, al menos en
esta parte del mundo que (increíblemente) llamamos civilizado.
Pero ¡ay!, lo que estaba era, acuartelada
gracias a las vacunas, que según los expertos, han salvado 1.500 millones de
vidas. Y hay una serie de berenjenas mentales, que no sé porque elucubración
mental, se niegan a vacunar a los nenes. Así, uno de ellos ha enfermado, y como
el contagio se produce simplemente por la respiración y los estornudos, ahora,
a su alrededor cunde el pánico.
Cunde el pánico, y se multiplican los
gastos. La Sanidad española se ha gastado lo que no hay, en buscar el
anticuerpo por todo el mundo, con resultados negativos, ya qué, “al estar erradicada”
ningún país los tiene. Finalmente, en Rusia han encontrado algo y lo han tenido
que traer a toda carrera.
Todo esto está muy bien. Para salvar una
vida hay que gastar lo que sea, pero en estos casos que son, imprudencias
manifiestas, opino qué, tras indudablemente
salvar al niño, esos papás tan progresistas que caen en lo retrogrado, deben de
pagar todos los gastos extras que han ha ocasionado por sus exquisitas decisiones.
No es lo mismo que una persona enferme
ayudando a los demás, a que lo haga por caprichos personales, bien negándose a
las vacunas, o por irse a hacer montañismo sin tener ni pajolera idea. Que cada
cual sea responsable de sus actos, y pague sus caprichos.
Con esto, ya está bien por hoy. Como siempre
algo “festivo” para un final más tranquilo.
Para ese ambiente festivo, las amables
declaraciones del señor Billetero, que desde que no es nadie en su partido,
está que se sale de gentileza, distinción y deferencia hacia el mundo en
general; “Ciudadanos es un partido de
pijos y Podemos, un poco hipsters”. Encantador.
Finalmente, ya se están preparando los
vuelos chárter para que los fans puedan ir a Saint Tropez a hacerse fotos en el lugar en el qué, el ídolo Cristiano
Ronaldo, se sacó la churra y miccionó libremente en una rue (eso sí, no la del
Percebe, sino una rué muy de alto standing). No van a baldear la calle para no
alterar el ADN del talismán blanco.
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