Hablando de lo de los deseados juegos y mientras se están peleando por ellos, me doy cuenta de que los nipones (que es cómo gusta llamarlos en las pelis USA) se han dado cuenta del punto flaco de nuestra candidatura. Cuando escribo nada está decidido y están haciendo sus exposiciones y el primero, Japón, ha demostrado que sabe cómo va esto; “Tokio defiende su solvencia: «Cuando Japón promete algo, lo hace»” No se si lo tendría escrito el japonés exponente, pero si no, seguro que cuando vio a nuestro flamante Ministro de Deportes, don JL para quién no se acuerde, se le apareció la virgen de Tokio y le dijo por donde atacar. Eso de, cuando se promete se cumple, es una puñalada trapera, pero esta vez con katana de samurai cabreado en vez de la tradicional navaja de muelles.
Ya veremos cómo termina el asunto. Para que no queden dudas de si me mojo o no, ahora, antes de la decisión diré lo que creo; no nos los van a dar. O para Chicago o para Brasil, pero es que vistos Obama y Lula y lo que le oponemos, creo que no hay color, o más bien que el color que tenemos nos lo han traspasado; el negro. Mañana hablaremos, aunque yo, en mi modestia me encantaría que antes de hablar de estos JJOO, pudiera enterarme de las cuentas de otros fastos, por ejemplo de cómo funcionó la pasta de los de Barcelona y tener una leve idea del asuntillo aquél de
En el patio, la cosa sigue cómo siempre, la “imparcial” Fiscalía sigue a lo suyo; “La Fiscalía recurre el archivo del caso "Gürtel" en Valencia” Me parece muy bien. Si no lo tiene claro, que lo vuelvan a mirar, pero lo que me sorprende es el exquisito respeto hacia la Junta en el caso Mercasevilla que está sepultado bajo el hormigón del olvido fiscalizador, a pesar de las grabaciones aportadas por los empresarios diciendo quién, cómo y cuanto se lo llevaban calentito y sobe todo, para quién se destinaba
Por Aquí, seguimos a nuestros pequeños líos. Eso que antes se llamaba educación, ahora es un campo de Agramante en las que todos los Orlandos y Orlandas están furiosos a
Y finalmente, mientras los ciudadanos penan y despenan con la vida diaria y con los bancos para pagarles la prejubilaciones a los Consejeros delegados, los que tiene que velar por nosotros, porque para eso cobran y se supone que a eso se dedican, enredados en sus pequeñas miserias; “La batalla del 'parking' vuelve a la Ciudad de la Justicia/ El conflicto por el uso del aparcamiento subterráneo de la Ciudad de la Justicia se convierte en una batalla de competencias que enfrenta a jueces y Junta de Andalucía”. Esta no es
Hasta mañana.
Pepeprado
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