Síntomas y café

Los refranes siempre tienen algo de verdad, aunque a veces sean verdades que nos gusten poco. Eso es lo que le pasa en particular a ese de “cuando las barbas de tú vecino veas cortar…”. Pasa que cuando nos lo largan, generalmente, es porque se nos viene algo gordo encima y ya, sin casi posibilidad de arreglo. Aquí está las barbas cortadas y encartadas; “Estepona, sin dinero para pagar las nóminas”. Parece que hemos empezado por recortar barbas por ciertos municipios y se dirá que esto es un caso aislado y anecdótico, pero creo que es solo la punta del iceberg. Yendo como vamos, la quiebra técnica del estado parece estar a la vuelta de cualquier esquina. La alegría con que los ministros del ramo hablan de optimismo y fe en el futuro, y las garantías que dan sobre las pensiones, SS y todo en general, son poco creíbles, al estar las declaraciones empañadas irremediablemente por mentiras anteriores. Cuando se negó la crisis y se acusó al que hablara de ser “derrotista”, cuando se negaba todo (como diría mi amigo PV, “cuando se negó la mayor”), se echó a perder eso tan necesario y difícil de mantener, la credibilidad. Es por eso que lo de Estepona puede ser, no un caso aislado, puede ser un síntoma. Todavía creo se podría arreglar, pero estamos ocupados arreglando lo de Oriente Medio y lo de USA. Quizás sería mejor mudarse al Líbano, a lo mejor allí te oiría este gobierno.

Si el Gobierno anda por las nubes, estos andan en su mundo; “Cospedal: Costa no ha cumplido ni con el partido". Soy de los que creen que un cafelito y una conversación a tiempo, pueden servir para aclarar cosas. Claro, no tantos cómo los de aquél señor Guerra que tenía montado un despacho sólo para eso, para tomar café, pero uno de cuando en cuando viene bien, y estos se deberían reunir a tomarse uno y ponerse de acuerdo. Aparte de las posibles fechorías de algunos, del trato injusto del tema por parte de la inJusticia, y demás adhesivos, el guirigay informativo que ellos mismos están dando al tema es de preocupar. A veces, cuando se reúnen de forma institucional, a la salida enteramente parece que algunos estaban en otras reuniones y no se aclara nadie con lo que declaran unos y otros. Aunque fuera para dar las buenas tardes, se deberían poner de acuerdo.

La consecuencia de las actuaciones de los que mandan y de los que aspiran a mandar, están claras; la tribu que siempre va a estar “mandada”, es decir la ciudadanía de a pie quieto, lo lleva claro. Que Dios nos coja confesados, al menos a los cristianos. Los ateos, agnósticos, arrianos, luteranos, islámicos y demás confesiones, que se busquen ellos el arreglo, de todo no podemos saber.

Hace poco un amigo me acuso de demagogia cuando dije que en los colegios, antes que ordenadores, papel para fotocopias. Bueno, efectivamente me equivoqué; antes que ordenadores, personal; “La falta de conserje deja sin clase a unos 200 alumnos de un instituto”. Es una conserje, están más rápidamente suplidas/os en sus funciones. A los docentes y maestros, para mandarles un sustituto se necesita hasta una certificación del CSI de Grissom acerca de la causa del óbito. Así que la sustitución de profesores de Instituto o de Universidad, ni planteársela. Menos mal, que ya se está pensado en clases virtuales, con lo que es fácil que ya mismo haya profesores virtuales y/o robóticos, eso sí…, que sepan votar lo que se les mande.

En el infame conflicto local, la última noticia; “MÁLAGA Ciudad de la Justicia/ Impedir entrar a una magistrada en el aparcamiento no es delito/ El juzgado ha archivado la denuncia contra la Guardia Civil, que no le dejó pasar al parking, al estar completo”. Es importante saber, y te da confianza, que una magistrada, que puede ser la que te tenga que juzgar a ti o a algún asunto tuyo, no tenga claro, qué es delito y qué no lo es. Es tremendamente reconfortante. Da mucha seguridad en las instituciones. Por cierto, a esta Señoría no le pasa nada por haber metido este patón en algo que se le presupone dentro de su propio campo de conocimientos; es decir, sus fallos quedan impunes.

Descanso en paz.

Hasta mañana.

Pepeprado