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lunes, 5 de octubre de 2009

Una de piratas

Antes para ver estas cosas, había que ir al cine, pero mientras en la pantalla han convertido a los piratas en guaperas en mallas, acicalados y maquillados como una puerta, en la vida real, a los de verdad les han regalado Kalashnikov y lanzagranadas y se han puesto manos a la obra. Serán lo que sean, pero desde luego majaretas no están. Desde que comprobaron que los franceses tenían muy mala leche para estas cosas, los han dejado tranquilos. Se han dedicado a los más infelices. Francia mandó a un grupo de combate altamente especializado y con malas tripas, nosotros les vamos a mandar al Juez multiusos;“Garzón abre una causa contra los dos piratas detenidos”. Teniendo en cuenta a que los últimos que pillamos les pagamos unas vacaciones en algún sitio de África, estos estarán locos por qué los que los pesquen sean los nuestros.

Ojo al dato. Para mejorar el asunto de hacer la puñeta, por ahí fuera han inventado una nueva forma de hacerla bastante original; “Supositorios explosivos, el último arma de los kamikazes”. Desde luego con esto, demuestran que están dispuestos a recibir por donde haga falta, y que no les importa tomar por allí, con tal de darnos por acá por ahí. El que lo debe estar pasando fatal es el furriel encargado del armamento y de la preparación. Todo sea por el Paraíso, aunque es que no prestan atención, el paraíso está aquí mismo, en el país del güenísmo.

Con esas cosas no me extraña que este hombre haga estas declaraciones; “Pedro Cavadas, el cirujano del primer trasplante de cara: El ser humano no tiene arreglo” Merece la pena leer lo que dice este hombre, es de las pocas cosas que te reconcilian con la raza humana, pero es que cómo este hay pocos, en cambio de los que se dedican a mandar hay muchos, demasiados.

Por Aquí, una bella noticia; La conflictividad se dispara en los juzgados de Málaga” Parece que se amontonan los asuntos, que falta de casi todo, que se eternizan las causas, pero… lo importante es tener aparcamiento. Sin aparcamiento a tu nombre, la vida no tiene color, no se es nadie. Tener parking, así en inglés, da mucho pisto y ayuda a imponer respeto. Por cierto, que no me vayan a contar películas con eso de la seguridad, porque a los guardias civiles que quieren empapelar, nadie les proporciona seguridad y dejan sus coches privados, estoy seguro que mucho más baratos pero más difíciles de pagar, en la puñetera calle a manos de cualquiera, y nadie parece preocuparse, así que aquello de; “los españoles iguales ante la ley”, a ver si empieza alguna vez a ser verdad.

Para el final, una noticia local cercana a eso que antes se llamaba Educación;“Piardas, canuto y ginebra en la mochila /Lunes, 8.30 horas. La policía sorprende a cinco menores de 14 a 17 años en un parque cuando se disponían a hacer botellón. Llevaban las botellas escondidas entre los libros del instituto”. Esto de hacer la piarda no es nada nuevo, quién más quién menos hizo sus pinitos alguna vez en esto, pero eso de pegarse castañazos de ginebra a las 8 de la mañana me suena bastante fuerte. También es fuerte que las edades sean las que son, es decir de los que ya pueden abortar, y que las nenas y los nenes se entremezclen a tan temprana hora. Esto de aceptar e incluso promover el sexo libre e indiscriminado desde que se abandona el chupete, queda muy bien, pero es que a esas edades, las nenas tienen ciertas dificultades para reconocer a los carcaños, los rafitas y similares y después pasa lo que pasa, porque lo que está claro es que a ellos, les pasa poco, una temporadita en un apartamento todo pagado, y a la calle. De todas las maneras, dentro de la noticia lo más terrible es el último párrafo; “Desde hace años, esta unidad policial envía a los progenitores cartas informativas cada vez que encuentran a un menor consumiendo alcohol o droga. En esas misivas, los agentes ofrecen un teléfono de contacto a los padres por si desean obtener más información sobre la conducta de sus hijos. La mayoría ni siquiera llama para interesarse por lo sucedido”. Entonces, a qué viene que cuando pasa algo la gente se ponga lazos de colores y se indigne frente a las cámaras. Para protestar hay que dar ejemplo y ese ejemplo empieza en la propia casa, en la familia. Si a la gente le parece normal que a sus hijos los detenga la policía, es que nos merecemos lo que nos pase.

Hasta mañana.

Pepeprado

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