Las cosas de los aniversarios

Los aniversarios siempre tienen un lado inconveniente. Se pueden pedir cuentas de lo prometido y compararlo con lo cumplido y claro, a veces la cuenta sale rana. Esto viene a cuento porque mañana, se van a cumplir los dos años del segundo ciclo del Advenimiento y no se pero me da la impresión de que de lo prometido… poco. Por estas cosas de los intereses, también cumple años, la Junta (casualidad), y si en Madrid se han pasado las promesas por ahí, en la Cortijá habría que echarles de comer aparte.

Claro que para evitar que se piense en estas cosas y se piense mejor en las próximas elecciones, don JL, en otro ejemplo de austeridad ya ha prometido una paga extra “de compensación” a los funcionarios, para… exactamente un mes antes de esas elecciones. Es curiosa la fecha ¿no?

Y para que no les falte claridad, han admitido que mandan pasta a paraísos fiscales. Lo que nadie sabe es cómo se controla esa pasta, si las calves para el cajero automático la tienen los amigos o tienen algún control. Nunca lo sabremos.

Mientras tanto, sigue avanzando gloriosamente, eso que la pajinera mente denomino la Conjunción. Ahora, cómo había que hincarle el diente al asunto del Sahara, don Rodríguez ha hecho lo más valiente; se ha inhibido y ha dicho que sea la UE quien se moje con el Rey Moro. Con esto destapa dos paradojas, porque hasta ahora os había vendido que cómo aquél rey gabacho, él se sentía el centro del mundo y decía; ¡La UE c’est moi! Ahora, lo de digo, diego, dijiste, etc… lo de siempre, envainada y a otra cosa. La segunda, que eso sí, los fieles no se manifiestan. Aquellos para los que el café con churros de la señora saharaui era materia de estado ahora están callados como zorros. Bueno, no todos, don Güili sigue trabajándose el Goya del año que viene.

Por Aquí, lo de siempre, una pelea entre pandillas con siete heridos, robos, etc… nada a destacar, excepto que ya están montando el Tribunón en mi plaza. A ver cómo va este año la cosa. Por cierto, ya salió el Frente a la Tribuna y además está colgado en la Red, para el que lo quiera leer.

En esta nueva política de austeridad literaria, lo dejo ya.

Hasta mañana.

Pepeprado