La cosa se presenta hoy de tontadas (por no decir algo peor). En primer lugar llaman al dueño del Faisán para que diga quien le dio el chivatazo. ¡Vamos, anda!, ¿Cómo va a decir este quien les hace favores?
Otra; el ministro de la Presunta Justicia defiende que no se impugne Bildu, según él porque no lo permite a ley. Hay que emocionarse de cómo este hombre se preocupa por ayudar a estos, cuando tiene en el talego a un preso común “sin delitos de sangre” desde hace más de cuarenta años mientras los matarifes se les escapan por la cara y él no dice ni pio sobre estos jueces tan “permisivos y güenistas·” Por cierto que ese preso ha empezado una huelga de hambre y seguro que no vendrán a hacerle fotos desde Irlanda ni Inglaterra.
Más; Don Baltasar anda muy enfadado porque dice que eso de haberlo vuelto a castigar es “un sacrificio excesivo”. Vamos que con un cachete bastaba. Y eso que sigue cobrando por todas partes que va. Qué tendrían que decir de excesivos esos cinco millones de parados, que ellos sí que no han hecho nada para merecer ese castigo.
Pero, indudablemente las chorradas mayores se están produciendo con el moro que está de visita en Madrid. Para empezar ahora, por eso de la modernidad al antiguo Emirato de Qatar hay que llamarlo “de Catar”, me imagino será porque muchos se les antojaría catar a la que ha venido. En esto de las chorradas está la invención de un nuevo cargo, con su aparejado nombre; jequesa. Que se sepa, a los musulmanes, aparte de a las huríes del paraíso, no se les ocurre darle cargos a ninguna fémina, diga doña Bibí lo que diga, así que eso de nombrarla de semejante manera es simplemente una gilipollez (lo siento, pero es tan gorda que se merece el exabrupto). La señora que se llama Mozah y es buena moza, de jequesa solo tiene que parece estar como un queso. Es simplemente “una” de las tres mujeres de las que disfruta y sufre el Jeque. Posiblemente la más lista y espabilada, pero el ejercicio de su mando es interpuesto y se limita a la tradicional comida de coco a su marido. Así que de cargos nuevos, nada, eso lo dejamos para estos lugares donde nos inventamos títulos y merecimientos sin pasar por ninguna preparación previa.
Ya hablando en serio, un adiós a una artista de las antiguas, de esas a las que se le entendía lo que decían, que trabajaban sin descanso y que tenían una vida como la de cualquier ciudadano normal, sin salir en los papales continuamente; Maria Isbert. En una entrevista dijo esto; 'El éxito es misterioso, pero bonito'. Ese es uno de los pecados de nuestro actual cine; el éxito ha dejado de ser misterioso, basta con ponerse en pelotas y ayudar en campañas electorales y ya se tiene éxito. Otra cosa es que sea bonito, pero para disfrutar de verdad de algo, hay que saber valorarlo.
Me voy, encantado además, al saber que los taxis de Málaga son los más caros de Andalucía y están entre los más caros de España. Somos guay. Hasta mañana.
Pepeprado
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