Como contraposición al de la semana pasada que era el de Dolores, este viernes, ha sido simplemente eso, doloroso.
Esta meteorología que ha decidido castigarnos por alguna razón desconocida (¿habremos hecho algo malo?), se enquistó ayer con chubascos mañaneros y amenazas vespertinas. En la tarde, cuando iba hacia la COPE para charlar del asunto, salí de la Plaza con llovizna que obligaba a chubasquero, y a la entrada de la Alameda lucía un sol apacible que incluso daba calor. Claro que esto no era fiable, por lo que las cofradías más tempranas no pudieron salir.
Así se quedaron en casa, Dolores, Descendimiento, Calvario y el Amor y Caridad. Las otras con unas razonables perspectivas, salieron y tuvieron la suerte de que la lluvia las perdonó, menos mal. En conjunto, una pena, otra más en esta semana que va a pasar a la historia de Málaga como la más infausta en muchos años.
Para colmo esta mañana amaneció con un sol esplendido, aunque ahora, más o menos a las doce, se está nublando algo. A ver si por lo menos, mañana, el Resucitado puede tener algo de tranquilidad.
Pongo fotos, todas muy reconocibles, incluyendo esa que este año se ha convertido en tradicional, la vista del cielo encapotado, y a esperar la mejoría.
Hasta mañana.
Pepeprado
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