Eso, antes de encarar el fin de semana, que voy a tener movidito, he echado un vistazo a la prensa (un vistazo muy por encima, para no contaminarme demasiado). Veo que todo sigue igual. Todos hablando de Gadafi e intentando arreglarle la jubilación para que no dé la lata. Al final lo instalarán a mesa y mantel en algún paraíso controlado por otro impresentable cómo él, y todos contentos. A los libios, que se las busquen ellos, las soluciones, lo importante es que sigan mandándonos petróleo.
El interés es tan evidente, que se ven otras guerras y a esas no se les hace ni puñetero caso; “Ultimátum para el presidente saliente/ Feroz batalla en Costa de Marfil por el control de la ciudad clave de Abiyán”. Porque, claro, ¿a quién le interesa lo que pase en Costa de Marfil, en Sudán, en Siria, o en Guinea ecuatorial, esa que hasta fue provincia española? De verdad, a nadie. En esos sitios dejan que los que mandan maten a quien les parezca siempre que no lo floreen demasiado.
Hablando de guerras, este Gobierno que a las de verdad acostumbra a llamarlas operaciones tipo ONG, resulta que sí es más facilón en el uso del término en otras ocasiones; “Conversaciones con ETA/ 'Estábamos en guerra: vosotros matabais, nosotros deteníamos'”. En las negociaciones con los asesinos, no les importaba ponerlos en pie de igualdad con el Estado ni pedirles disculpas por encarcelar a sus asesinos a sueldo. Lo malo de esto, es que demuestra la capacidad de digestión de mierdas que tiene este país. En cualquier otro, de los de verdad democráticos, con sólo una mentira, una sola, la gente dimite. Aquí, los promovemos a puestos superiores y con más sueldo.
En estos andurriales, ya se van aclarando las cosas. Los asuntos marbellíes están empezando a ser “enterrados” suavemente. A los de Ballena Blanca, le aplican la moratoria sobre la caza de ballenas y los despachan con algunas multas mínimas.
El juez que dijo que lo del primer bebé robado lo archivaba por defecto de forma, lo obligan a reabrir el caso, naturalmente trayéndole más papeles, que es de lo que parece entender el magistrado, sólo de papeles.
Y en esa extraña mezcolanza de Sanidad, inJusticia y sociedad, la Junta, algunos médicos y sindicalistas domesticados, tratan de lavar la cara al asunto de las agresiones en los hospitales y ambulatorios. Lo importante no es acabar con el problema, lo importante es que no salga en los periódicos. Para esto, como ya se hacía en el siglo XIX,…se nombra una comisión mixta y a dejar pasar el tiempo. Si la cosa se pone todavía peor… se monta un Patronato.
Para el final, una criaturita del Señor, que seguramente por estar fuera, se cree lo que dicen los políticos españoles y publican sus periódicos subvencionados; “Ruth Risueño/ Vuelvo a España perdiendo dinero”. Esta es una gaditana que trabaja (o trabajaba) en uno de los principales laboratorios de células madre del mundo y va a regresar a España. ¡Pobrecilla! Cuando descubra la verdad, cómo está el país, cómo se gasta la pasta de investigación en cuchipandas, coches oficiales, etc.… se va a “jartar” de llorar.
Vista del tapón para llegar a calle Larios y hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario