El súmmum de la
barbaridad
Cualquier noticia que salga hoy en
los periódicos queda oscurecida por esta;
“Fueron colgados en
un puente de Nuevo Laredo/Matan y cuelgan a dos personas en México por denunciar el crimen en
Internet/ Los cuerpos de los dos jóvenes tenían pegado un
mensaje dirigido a quienes utilizan Internet para denunciar el crimen
organizado”. Méjico, país al que me encanta ir y al que pienso volver
en cuanto pueda, está sufriendo la peor lacra que se puede tener. Allí ya no es
sólo una cuestión de violencia, es el desmadre total de la ferocidad, la
bestialidad y la barbarie. A este tipo de gente no se la puede tratar con los
mismos procedimientos que al resto de los humanos, ya que demuestran ser
inhumanos y bárbaros. Además de todo, dan asco.
Aquí, Don Rodríguez
ahora está empezando a ver la luz (a buenas horas, mangas verdes) y ya dice
hasta verdades. Ejemplo, que el frenazo español va a durar un trimestre más. Qué
pena que lo de decir la verdad le llegue tan tarde.
Lo malo es que a
estas alturas ha contagiado a “sus” ministros y hasta el señor Gabilondo se ha
reciclado en portavoz sindical y defiende a los que ahora protestan en Educación,
y que no protestaron ni dijeron ni pío cuando él les rebajo el sueldo a los
maestros, a todos.
Esto de los colegios sigue
dando tela que cortar, en Madrid, 100 personas (según el periódico) se
manifestaron contra doña Espe por aquello de su Centro de Excelencia. Está
claro que a esta la temen como a una vara verde y cualquier cosa que diga los
pone de los nervios.
Mientras en Andalucía, siguen repartiendo ordenatas, y como
hasta ahora, lo hacen antes de darles a los profesores los cursos para aprender
a utilizarlos. Es la eterna cuestión de poner el carro delante de los bueyes,
pero con ese tráfico de pasta entre la Consejería y el Gran Centro Comercial se
diluyen muchas cosas, especialmente fondos.
Todavía en Andalucía, más
concretamente en Marbella, parece que queda gente con dineros. A una persona
que se atrevió a dejar el bolso en el suelo un momento, se lo birlaron y dentro
además de otras cosas y pasta, había un diamante de 12000 euros. Como lo pescaron
rápidamente, el choripepe hizo lo pertinente, tragarse el pedrusco para decir
que él pasaba por allí. Pero, gracias al quinqué de los maderos y al invento
del señor Roentgen localizaron la piedra transitando por el aparato digestivo
del chorizo. Esperemos que al menos, la salida natural del piedrolo le provoque
heridas de tipo almorranesco porque será lo peor que le puede pasar. Con
nuestro código penal, es más probable que metan en la cárcel a la turista por
dejar bolsos por los suelos y dejen a este en la calle.
Dejo esto, el pensamiento del tubo digestivo de este pollo
me hace abandonar la escritura.
Hasta mañana.
Pepeprado
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