Goyeando

Hasta en los periódicos de ahora, que se esmeran en molestar poco y que buscan dar pocas malas noticias para ser “agradables” al poder, tienen que reconocer a veces que las cosas no son de color de osa. En los de hoy se habla de 52000 tiendas de barrio cerradas este año; 90.000 empleos perdidos en el sector; bajada de ventas (en 2008) de 12 por ciento; y todo esto, cuando las cifras del glorioso 2009 están todavía amartilladas sin salir a la luz para que la presidencia de la UE se lleve con el menor número de sobresaltos posibles, a mayor gloria del Profeta del talante.

Por esos “detallitos” desagradables, se pasa a vuelapluma. Hoy el resto del país está exultante, o al menos así lo parece según los media, porque los amigos del poder se han vuelto a reunir a repartirse premios.

Al paso que va este asunto de los premios, con certámenes prácticamente cada mes, con premios, semanas de, festivales, y simposios varios y continuados, el fulanito o fulanita afecto al régimen que no tenga, como mínimo, una docenilla de estatuillas diversas, es que es un matado total. Para los de cine, vale casi todo, hasta la peli de video que se le hizo al nene cuando se vistió de CR9 con dos añitos. Esto es así, porque tampoco hace falta que después vaya la agente a ver películas o cosas similares, conque los encartados demuestren su fidelidad, la subvencion, la ayuda y la parafernalia está dispuesta y disponible.

Esto de repartirse premios por doquier y a todas horas, sólo contribuye a que también esto, pierda su prestigio y el respeto del público. Una de las virtudes necesarias de cualquier cosa para ser apreciada, es su escasez. Un diamante de un cuarto de kilo, aunque haya perdido parte de su belleza tradicional, tiene el añadido de su rareza, no creo que sean abundantes los de medio y/o un kilo, y al tener ese añadido de lo casi único, tiene agregado el respaldo del respeto y la apreciación generalizada.

Los Goya se reparten a tal velocidad y en tal cantidad que ya hay por hay ciudadanos insignes que cuentan los que tienen en su casa por medias docenas. Contando la cantidad de certámenes premiadores que hay y teniendo en cuenta que en el saco siempre entran los mismos y votan los mismos, los resultados son bastante predecibles. Ahora todo son parabienes, paseos por la pasarela, eso tan nuevo del posado reglamentario, etc.… pero aquello de permanecer en el recuerdo del público, o simplemente que ese público vaya a ver las obras se queda en eso, en algo innecesario. Para ser del clan de los elegidos solo hay una cosa imprescindible, marcar el paso. ¡Ar!

Por cierto, los que están para ayudar, se han puesto a eso, a ayudar. La noticia local es que UGT ha solicitado una huelga indefinida de las tiendas del aeropuerto desde el 23F (les ha traicionado el subsconciente). Me imagino que es para preparar al turismo para la apertura de la nueva terminal. Así se ayuda a la ciudad. Eso sí, si aquí mandara otro….

Hasta mañana.

Pepeprado