Por estos lares que es donde nos interesa, han tocado a rebato para defender al dirigente de nuestro futuro; “Maravillas Rojo, secretaria general de Empleo, defiende que la edad real de jubilación debe ser más alta” Esta, se olvida que para ella, su obligación principal es cuidar del empleo, no arropar a dirigentes descarriados.
Otro; “Corbacho pide "menos críticas y más propuestas" Vale, jefe, pero una pregunta, ¿no es el gobierno el que está obligado a gobernar? A lo mejor no nos hemos enterado y son “los otros” los que tiene que arreglar los entuertos, ellos están sólo para cobrar y salir en la foto.
Este, por un momento se olvida de su, hasta ahora única misión en la vida, para ilustrarnos; “Blanco cree que se quiere "destruir" a Zapatero/
El ministro de Fomento pide no hacer "alarmismo" con la crisis económica” Es cómo su Secretaria General de Empleo, una maravilla, que este Guerrero del Antifaz de los Cielos, llame “alarmismo” a estos detallitos que siguen: “Datos del Instituto Nacional de Estadística/ Las quiebras de familias se duplican y las de empresas se quintuplican”, más, “Andalucía En 2009/ Crecen un 126% las familias que se declaran en quiebra en Andalucía”, y así podríamos seguir, pero… son alarmismos, eso, nada más que ganas de hacer la puñeta.
Lo importante, que es lo que tiene que publicar la prensa “afecta” es esto; “Hitler tenía gatillazos...” No sé cómo hemos podido vivir hasta hoy sin pensar en esto. Cómo todo está bajo control, hay que dedicar tiempo a cambiar nombres de calle, a las operaciones de las cutre horteras de la tele y a estas chorradas.
Por Aquí, alguien se ha dado cuento de que algo ha pasado con la juventud; “Adolescentes, de la rabieta infantil al puñetazo La adolescencia es una etapa rebelde/ Absoluta falta de respeto, violencia verbal y despotismo son actitudes de los menores que llevan a los padres a pedir ayuda.” A ver si creamos un ministerio para Padres Acosados, alguna ZuPernena habrá por ahí a la que podamos hacer ministra.
Aparte de esto, poco más. El fin de semana ha transcurrido en el centro entre los cánticos de los carnavaleros y los cañonazos de los de
Hasta mañana.
Pepeprado
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