Falso final

Al ser lunes, enteramente parece que se ha acabado el verano, pero no… todavía a Agosto le queda un par de suspiros.

De todas formas la cercanía de ese fin hace que ya me inyecte, eso sí, poco a poco y con precaución, noticias de los que mandan en este país y en otros.

Al hablar de los que mandan en este país, incluyo al Rey de Marruecos y a don Obama, que son los que nos dicen lo que hay que hacer.

Lo del amigo marroquí tiene sus pelendengues. El baranda del turbante es listo como un ratón, y cómo sabe que esto es un chollo,  últimamente nos las da una tras otra. Lo de Melilla fue otra más de las putaditas que acostumbra a hacer para mantener la tensión, en la que eché en falta el lucimiento y defensa de las policías de la Ministra de Igual Le da. Esto de liarse a tortas con los ¿activistas?, ha sido sólo para demostrar que allí son ellos los que mandan. Por cierto que de estas últimas hostias habría que hablar por aquello del agravio comparativo. Cuando la señora Amonatou estuvo tranquilamente esperando en el aeropuerto de Canarias con todas las comodidades posibles y todo el respeto y más, la tribu vocinglera nacional puso el grito en el cielo.  No sé en otras ciudades, me imagino que también, pero Aquí, hubo manifestaciones, soflamas, panfletos y pintadas, alguna de las cuales todavía están en las paredes. Con estos lilas que se han ido de ligeros creyéndose lo de los derechos humanos en el Sahara y demás cosas, valían de verdad; todos callados.

No he visto ninguna foto, declaración o airado gesto, por parte de la familia Bardém, ni don Fran Perea, ni don Zerolo, ni ningún otro de esos Justicieros de la Ceja. Claro que es mucho más fácil protestar contra un guardia civil al que tienen amarrado con órdenes, que irse a que te partan la cara a las primeras de cambio. Eso es más duro.

Otra cosita a destacar de esto ha sido la contestación de una de esas ínclitas subsecretarias de algo, que ha dicho más o menos esto; “cuando se está en otro país hay que cumplir sus leyes”. Estupendo, estoy completamente de acuerdo, pero… eso ¿por qué no es reciproco? Aquí, a los que vienen de fuera, se les permite todo. No hay más que darse una vuelta por Torremolinos, o sitio similar, donde los guiris hacen de su capa un sayo y no pasa nada.

En fin, para empezar a meterme en la vida actual, es bastante. Sólo un recuerdo para esos mineros de Chile a los que no conozco, pero a los que sufro cómo si fueran de aquí. Suerte, para salir.

Antes de irme, una perla de la radio de esta mañana. Don Rodríguez ha dicho en la Feria de Chan Jay (es cómo se ha puesto de moda llamar a la antigua Shanghái) que de España iba lo mejor, por eso ha ido él. Se ha llevado la Copa del Futbol, para que los chinos la copien y la vendan aquí a dos euros. Es su forma de intercambiar tecnologías.

Hasta mañana.

Pepeprado