Otro mas y otra paliza más en el cuerpo. Salimos temprano de Tiberiades y hemos ido pasando por diversos lugares que nos suenan.
Primero pasamos por Jericó, este pueblo, está bajo la autoridad palestina, y se nota. Hay una gran diferencia con los pueblos donde está el orden y la limpieza israelí. Aquí es lo más parecido a cualquiera de los pueblos de Marruecos que casi todos conocemos y en las tiendas tienen el mismo “espíritu comercial”. ¿Nos entendemos? Foto de la… ¿Universidad?
Después empezamos a atravesar el desierto de Judá y paramos en Qumram donde te das cuenta de lo duro que tiene que ser currar en esas excavaciones y me acordé mucho del calor que tuvo que pasar mi hija Bea este verano en Qubbet el Hawa.
El cartel que pongo de aquí, es que tiene su gracia. Dice que no se moleste ni a las plantas ni a los animales y allí, plantas, las de los pies y animales ni uno.
Después nos largamos a bañarnos en el Mar Muerto, lo que es una experiencia especial. Contra mi costumbre pongo una foto mía en pleno baño, pero recubierto del barro negro tradicional para que se vea que uno es aventurero.
Al final, Betania, y ya, a Jerusalen donde paramos a brindar con vino a la entrada, que dicen es lo tradicional.
La ultima foto es la vista desde el hotel, de Jerusalén anocheciendo (a las 6 de la tarde).
Pepeprado
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