El panorama, tanto nacional como internacional, sigue plagado de líos. Exteriormente, lo que prima son los tiros que anda repartiendo don Gadafi por todas las partes que pasa. Resulta excitante ver como todos los que antes se daban de hostias por hacerse una foto con el enturbantado gañan, ahora buscan una candela en que quemar esas imágenes, a la vez que el afán con que otros y otras, buscan esas fotos para, a su vez, hacerse ellos/as otra enarbolándolas airadamente.
En lo nacional, siguen los asuntos ERÉticos. Ya parece que van por 800 las empresas investigadas y por unos 6.000 los expedientes abiertos. Es increíble que, todavía, los caciques y excaciques de la Junta sigan diciendo que no vieron nada. Deberían consultar en alguna óptica de prestigio. Que les miren la vista, la tienen muy selectiva.
Por eso, voy a dejar estos líos y me dedicaré a hablar de lo que hoy me toca a mí.
Aunque no sea viernes, hoy tengo actuación forera. Tengo que presentar el cartel de las Tertulias Frente a la Tribuna, obra de don José Manuel Ruíz Blanco, que aún nadie ha visto aunque el pintor sí ha tenido la gentileza de proveerme de una foto, a medio terminar, para preparar la presentación, y que va a tener lugar en nuestro lugar habitual de tertulia, el Mesón la Aldea.
A pesar de mi poca afección a sumarme como artista a actos presuntamente solemnes, aclaro que este año, tengo dos cosillas de estas. En ambas, mi actuación es obligada por el afecto personal a las personas que me lo han pedido y por ser ambas de un carácter más íntimo de lo habitual. En su momento, creo que fue en 2001, pronuncié el Pregón de Hombres de Trono, y esa considero fue mi presentación y despedida de estos actos, que creo están proliferando en demasía.
Este de hoy, es sólo una presentación de un cartel publicitario, que eso sí, publicita e intenta colaborar al enaltecimiento de la Semana Santa de Málaga.
Personalmente creo que debe ser, sólo un acto. Esto de presentar un cartel, debe ser simplemente algo protocolario y por supuesto, corto, pero en algunos de ellos, los presentadores se explayan y acompañados por tambores, trompetas, cantaores y cantatrices, hacen de estos actos algo interminable. Aprovecho estas líneas para hacer profesión de buenas intenciones y puedo prometer y prometo, que lo mío va a ser breve.
Después, para desagravio personal, limpiaré adecuadamente la garganta con los amigos del Foro y aplicaré GTs desinfectantes para recuperar la voz, ya que a mí, eso de tener que levantarla (la voz) es algo que cómo no me gusta, me resulta cansado.
Precisamente para no cansar, termino estas reflexiones y ya mañana contaré si me han apedreado o he tenido eso que en las crónicas de sociedad se llama “una afortunada actuación”.
Así que, hasta mañana.
Pepeprado
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