Eso, la leshe. Hay días y días, y noticias y noticias. Mientras algunos días solo encuentras lo mismo, lo habitual, es decir, guerras, desgracias, mentiras y despropósitos de lo más normalito, otros, como hoy, todo son impactos pintorescos.
Una de esta noticias, de las que te dejan perplejo, es esa que nos dice que en Japón, hasta la mafia japonesa, los Yakuza, están ayudando a la reconstrucción del país y han abierto centros de reparto de comida y ropa. Asombrado me quedo, y por varias razones. Que hasta estos sean capaces de abrir centros de ayuda, debería hacer que a nuestro gobierno se le cayera la cara de vergüenza, ya que aquí lo único que se mueve en este sentido son las organizaciones religiosas o semirreligiosas, y eso arriesgándose a persecución, ya que el otro día se sabía que la policía del régimen, va por las colas de Cáritas para “pillar a los sin papeles”. En Japón, la importancia de lo nacional supera incluso a la mala leche del bandidaje. A ver si aprendemos y los ERÉticos se enteran.
Otra cosa mariposa. En Guatemala, que parece estar dispuesta a ir a Guatepeor, su presidente (señor Colom) anda divorciándose de su esposa, doña Sandra Torres. No porque las relaciones con su pastora se estén deteriorando, ni por que las relaciones de encame vayan por mal camino, no. Se divorcian para que doña Sandra se pueda presentar (y naturalmente, ganar; de eso no tienen ellos dudas), a la Presidencia de su país. Esto, aún siendo una desvergüenza moral y ética, parece que es totalmente legal allá. Lo que va a ser difícil vender, es como decirle al amado pueblo que sí él, don Colom, es incapaz de aguantar a su aguerrida consorte, es sin embargo capaz de pedirle a los guatemaltecos que la aguanten ellos. Seguro que esto también lo han pensado. Se está poniendo de moda esto de las presidencias hereditarias por coyunda. Por favor, que no cunda el ejemplo en estas tierras. Con uno de la familia ya tenemos bastante.
Lo último ya es local. Por estos andurriales se ha llegado a un clímax en lo del latrocinio; han robado 50 metros de una carretera. Asombroso. Creía que habíamos visto casi todo, pero esto de papearse 50 metros de asfalto, piedras y grava es para medalla. Dentro de lo sorprendente del asunto, lo que más me atrapa es la incógnita de saber para qué leches se pueden querer esos metros. No creo que queden bien en el pasillo de la casa de nadie, pero quien sabe, es hasta posible que algún narco tenga un pasillo de cincuenta metros y esto se lo haya apañado. Me encantaría saber en qué termina esto, pero estoy seguro que nunca se sabrá… a menos que los culpables sean politicamente correctos como acusados.
Dejo esto, porque localmente la noticia mayor es que las agresiones al personal sanitario en Málaga, han subido un 42%. Pero claro, esto de que a los currantes de a pie les partan la cara o les tiren puñaladas al pasar, a su ministra de cabecera, la insigne doña Leire, se la trae al fresco. Ella está para mayores empresas. Si los agredidos pudieran demostrar que eso es “violencia de género”, la cosa cambiaria, porque aquí pueden matar a cincuenta y siete sin que pase nada, pero si es una agresión conyugal, la cosa es escandalosa... e interviene la ministra.
Hasta mañana.
Pepeprado
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