La explicación…

Este post, ya en Málaga, es sólo para explicar el último que colgué, en el que sólo pude poner las fotos pero sin más explicaciones.

Aunque sé que mis lectores sois pocos pero muy espabilados y no necesitáis explicaciones, yo que soy fino y educado quiero darlas.

La explicación es que pude colocar las fotos, aunque sin subirlas, en espera de texto, mientras todavía estaba en Silohuette, el mismo día que nos íbamos, pero a partir de ahí, aunque estive intentando conectarme por todas las paradas que hicimos (tras el barco, en el aeropuerto de Mahe, y al principio de nuestro paso por el de Dubái), no conseguía conexión.

Al final conseguí un mínimo de conexión en un rincón de Dubái, y al menos las pude colgar y ponerles la coletilla, pero la cosa no daba para más.

Tras esto, ni en LGW Norte ni en el Sur conseguí volver a enganchar, y así hasta que ya, tras recuperar el conocimiento, he vuelto a mi rinconcito de la plaza.

A estas alturas, comentar esas fotos creo que no es necesario, pero al menos enumerarlas.

La primera es de la colección de conchitas y chirimbolitos marinos de mi Maru.

Otra con dos generaciones de praditos retozando en la cama. Se nota ya, que con Clarita, hemos aclarado el tono de piel general de la familia.

Después un par de fotos de los huertos del resort, donde te comes toda la fruta y verdura recién cogida y cuidada por ese jefe de jardineros, que lleva el machete para los cocos, no contra nosotros.

Dos del ambiente general, del que Clarita, como se aprecia, estaba siempre “quedándose con el cante”, finalmente una lagartija preciosa, pacifica y lista, se deja hacer fotos.

Finalmente, otra de la moza en el desayuno, tan pancha como siempre.

Esta tarde, si me recupero, colgaré las últimas del viaje e intentaré recuperar el ritmo (han sido treinta y seis horas de viaje, cosa que no es viruta).

Por eso, no digo hasta maña, sino hasta pronto.

Pepeprado