De fianzas y otros desvaríos

Viernes raro para mí, que ha incluido sesión de fontanería aplicada der la que personalmente no he salido muy bien parado. Por eso, me cuesta concentrarme ahora en esos grandes problemas que tenemos entre todos.  Lo intentaré.

Me entero que doña Teresa está mejorando lentamente. Buena surte parta ella. Han aparecido varios casos sospechosos, incluyendo un señor nigeriano que puso un avión en cuarentena. Cómo antiguo relacionado con la aviación, eso de poner un avión en cuarentena era algo que siempre nos tenía amenazados, y es, simplemente, un autentico leñazo. Si encima es por enfermedad infecciosa, no te cuento.

Por lo demás, ayer el juez impuso a dos de los defraudadores de las tar-Jetas, unas fianzas que a cualquier ciudadano de a pie nos parecen astronómicas, pero que seguro que estos listos las sacan en un pis pás. Llama la atención que los dos más metidos en el tomate fueran un inspector de Hacienda y un ex ministro de Economía. O sea, que eso de “yo de esto no entiendo” no cuela.

Encima, al ex señor Rato le ha salido por ahí un ingreso en su cuenta de un pago de (poco) unos seis millones de euros de una empresa a la que él “beneficiaba”. Hay que ver la suerte que tienen algunos y los regalos que les hacen. Todo esto, con unos sueldos de infarto, y mientras el país se estrangulaba la cintura apretándose el cinturón, que a algunos les ha perforado el apéndice.

Mientras los desangelados catalanes andan viendo el despiporre de sus “representantes” que pierden el tiempo y el dinero discurriendo con quién se alían o a quién defenestran.

En esto de defenestrar, los de UPyD son más fulminantes, al primero que ha sacado la patita, lo han puesto con las ídem en la calle y punto.

Don Pedro en un modelo de vanguardismo, pide y aspira a “un nuevo 1982”. Delicado y depurado en su apreciación de futuro.

En cosas más campestres, el asuntillo de don Piqué, que lleva una temporada que se sale… del tiesto. Lo penúltimo ha sido poner a caer de un burro a varios policías locales, pero a este, como no es doña Espe, hay muchos que lo disculpan.

Por estos lares, los del PP, que son silentes en otras latitudes, se quejan de que don Alonso no quiera hacer pública la lista de morosos que tienen que devolver pasta. ¿Para qué la quieren? Si aquí no devuelve un duro nadie.

En plan pinturero una noticia de Bélgica. Han escogido a una señora, médico, con 52 años y 120 kilos, para ministra… de Salud. No tengo nada en contra de los gordos, a cuya cofradía pertenezco, aunque en el apartado de gordito incipiente, pero no creo que ponerla como ejemplo de salud sea algo muy acertado. Lo que me gustaría es saber, qué pasaría en este país si hiciéramos algo por el estilo. Bueno, como esto nos pilla lejos, mejor lo dejo.

Hasta mañana

Pepeprado