De guerras antiguas e hipocresías patrias

Las cosas siguen lo que desgraciadamente ya es aceptado como su curso natural. Ejemplo, el hasta ahora, señor Trias, se envuelve en la bandera y echa la culpa de sus problemas al Gobierno. Lo hace mientras la Guardia Civil ha pedido más informes a Suiza sobre su cuenta. A ver cuánto le dura la indignación. Por cierto, su papá, ya estuvo castigado por Franco por estas mismas cosillas, tener dinero en el extranjero, no declarar, etc... Se ve que son tradiciones familiares catalanas.

Mientras, siguen esperando su ramito de violetas y don Más o Menos quiere que las teles privadas trabajen gratis para él. Como las oficiales lo hacen, a él le parece normal.

De las guerras púnicas nacionales, están saliendo cosas, cómo mínimo, curiosas. Una de ellas es que la trama se extiende por varias comunidades, pero no ha tocado Andalucía. ¿Por qué? Pues simplemente porque Andalucía tiene amo, o ama, y aquí la pasta ya tiene quién la quiera.

Cómo están tranquilos, “en ese” follón no van a salir, la Junta se dedica a sus labores. La Lideresa Digital la emprende contra Podemos, y su Junta lo único que hace es empezar a tramitar para quitarle la Medalla de Andalucía a la cantaora de cabecera del señor Zarrias, al que indudablemente, tendrá que pedir permiso doña Susana para hacerlo.

Aquí, a un inspector que intento levantar una liebre, ya lo han mandado al ostracismo; “Apartan de Urbanismo al inspector que informó de la ilegalidad de las obras de un club de playa”. El que no marque el paso, se la busca.

Los sindicatos, en vez de investigar lo del absentismo, se lucen en eso tan español de matar al mensajero, en este caso el gerente de Carlos Haya. Finalmente, el pleno de hoy va con varios chumbos ciudadanos; Baños del Carmen, auditorio fantasma, la manzana semipodrida del cine Astoria, etc... Seguro que todo lo despachan sin ruido.

Al hablar del puerto, un detalle “cultural”. En una placa de la Capilla del Puerto, confunden a Felipe V con Felipe IV, además, se inventan ataques de pura fantasía, para hacer a la capilla más jolivudiénse. ¿Para esto hay departamentos de cultura en Ayto, Diputación, Junta, etc.…?

Y una nota triste, la que recoge la hipocresía de esta sociedad. El periódico SUR dedica toda una página a glosar la proeza de un niño de 4 años que ya gana carretas de kart. O sea, no dejamos torear a chicos con 17 o 18 años, pero dejamos que nenes de 4 vayan a toda hostia en un esqueleto de coche, donde, cuando se dé una leche va a quedar planchado. Todo muy consecuente, además, el papá de la criatura está tan orgulloso de “su” particular hazaña dejando que su retoño le arregle la vida, aunque sea poniendo en peligro la del infante.

Vamos a ver. ¿Dónde está ese código qué, si un padre o madre, lleva a su niño en el coche sin la sillita apropiada, que naturalmente hay que comprar cara para que sea de las aprobadas, le puede hasta quitar la patria potestad? ¿Este es el ejemplo a seguir? No importa nada, ya mismo le compra una moto trucada para que vaya a doscientos por hora con 6 o 7 años, y así sale en la tele y le gana cuartos a la familia. Esta es nuestra sociedad, en la que para más inri, el periódico “oficialista” le da una página entera y todos felices.

Me voy, asqueado pero me voy. Antes, una nota personal, emotiva por lo rememorativa; “Derriban la escalera del antiguo colegio de San Agustín”. Están limpiando el colegio, pero me ha traído recuerdos. En esa escalera me dejé las pestañas pegadas cuando púber me caí rodando por ellas y me estampé… Otros tiempos. Por cierto, nadie en mi familia pensó en denunciar al colegio ni a nadie cuándo aparecí con el ojo como una castaña.

Hasta mañana

Pepeprado