Recuperamos las cosas que pasan por ahí fuera. De lo más gordo, es que
los 28 cadáveres que se encontraron en México no son de los estudiantes que
desaparecieron, así que tienen que
seguir buscándolos, naturalmente, además de intentar saber quiénes son estos
muertos y quiénes se los han dejado olvidados. En Tejas ha aparecido otro
positivo de ébola, y en este tampoco ha metido la cuchara doña Ana, así que de
este se hablará povo. Además, no se sabe si tiene perro.
Por
aquí, seguimos con ese extraño simulacro de consulta que quiere hacer don Arturito
para no perder ni “su” 9N ni su ramito de violetas. Un invento, qué un periódico señala como, “Votación sin ley, censo ni convocatoria oficial”, es decir, una mie…
de votación.
Ante
esto, don Tancredo, perdón, don Rajoy, a lo suyo, a recurrir estas chorradas y
a agarrarse a la ley, que no es mala cosa para agarrarse.
Claro
que eso de la ley, sólo sirve para algunas cosas, si no, que se lo digan a los
familiares de las víctimas del Arena, que están que se suben por las paredes
con la petición de la fiscalía para los culpables. Se nota a las claras que no
hay muchas ganas de castigar a nadie.
Tampoco
hay ni prisa ni interés en buscar la pasta que se han gastado los felices y
feroces tarjeteros. En Mallorca es donde van a notar que han desaparecido estas
black-chollos, porque algunos de los “consejeros”, se iban a aconsejar a la las
noches insulares y eran rumbosos a tope.
Claro
que en los territorios de la Junta De Por Aquí, también hay tela que cortar.
Según un testigo, los sindicatos de clase, cobraban un 20% de comisión en los
cursos de formación, precisamente por no dar clase (estaban muy ocupados en
organizar mariscadas, cuchipandas y viajes).
Quizás
por estas minucias, es por lo que esa Junta admite que “teme” que no le dé
tiempo a readaptar Málaga a la nueva TDT. Para estas cosas habrá que contratar
a algunos asesores, naturalmente con el adecuado carnet de partido
correspondiente, y a los ciudadanos… nos costará la pasta.
Lo
que sí es preocupante, es que con los lío de políticos y leguleyos, Santa
Google se nos puede ir al garete. Hay que ver cómo dependemos de este invento.
Nos costaría menos pasar sin otros inventos que antes eran obligatorios y que
ya no les hacemos ni caso, por ejemplo, eso que antes se llamaba el reloj, o la
cafetera, o… cualquier cosa. Todo esto, por un canon que nadie entiende y que
no se sabe cómo cobrarlo.
Con
esto sólo la oposición de la Fiscalía a que los condenados pantojiles y similares
se escapen del trullo. Es inútil, que digan lo que quieran, si don Gaspar maniobra
para que siga la ley del silencio, irán al trullo sólo los más lilas y (para
estar a la moda lingüística), las más lilas. Las medalla de oro de la Junta se
salvarán.
Con
esto, lo dejo y me voy.
Hasta
mañana
Pepeprado
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