Tampoco
es casualidad que los llorones sean siempre los mismos. Los acólitos de don
Menos, ya se están definiendo; lo que quieren es pasta. Según ellos, el Estado
les adeuda 9.376 millones, pero esto son las cuentas del Gran Capitán, porque
cuentan lo que les interesa contar. Lo mejor, sería que les hicieran las
cuentas a ellos, pero de verdad de la buena, y que tuvieran que explicar en qué
se gastan la pasta, a qué se dedican y quienes están enchufados, en esas
extrañas “embajadas” que montan por ahí. Lo mismo si dejaran de llevársela, habría
para todo.
Mientras,
para darnos una idea de su sentido de la modernidad, han vetado (terrible palabra)
una foto de un torero, porque no quieren que esa imagen esté en sus calles. Democracia
dicen se llama esta figura, aunque otros preferimos llamarla gilipollez.
Otra
casualidad sorprendente es que la ex ministra de la SGAE, haya llegado hasta
ser finalista del Planeta. Que diga que no ve ningún problema 'ético ni
estético' en ganar después de ser ministra, no es extraño, porque de estética anda
regular y de ética es mejor no meneallo. Lo que sí tendría que aclarar es
cuando le dio tiempo a escribir su novela si estaba tan ocupada salvando las
mentes de los ciudadanos, porque yo, a todos los que escriben les oigo que necesitan
tiempo para hacerlo. Es que esta chica es muy, muy, muy lista.
En
la Cortijá, la juez Impenetrable ya ha puesto las cartas sobre la mesa y ha
decretado la responsabilidad civil para los dos sindicatos pesebreros. Por cierto
uno de ellos, ya está pidiendo a voces “una ley para los sindicatos”, Lo que es
una (otra) casualidad, es que se les haya ocurrido su imperiosa necesidad
ahora, hasta este momento, les iba muy bien eso de estar sin leyes.
A
ver si alguna vez, también por casualidad, aparece otro juez que pida
explicaciones a RTVA, que hasta agosto lleva ya perdido 18,8 millones. Naturalmente,
su director, casualmente digital, ya ha echado la culpa a “los otros”, ya que
cómo es natural, ellos no tienen ninguna culpa, y les va a bajar el sueldo a
los currantes. De su sueldo no se habla.
En
nuestro Aquí, una perla que copio literalmente; “Adelaida de la Calle: «No podría pensar en una afiliación política
para presentarme a la Alcaldía»”. Ya no quiere ni presentarse, quiere que
la nombren a dedo, como siempre.
Bueno,
para despedirme fotillos del viaje. Excepto la primera que es de un transporte
algo forzado, las otras van de fauna, de todo tipo de fauna. La primera un ratón
que nos acompañó en la habitación, otra de una ardilla que se paró en mis pies
y estuvo un rato haciéndome compañía junto a un lago y la tercera de un águila muy
americana, cazando junto a nosotros (por cierto, come pollo, cosa que yo no
hago, e imagino también comerá hamburguesas).
Es
para darle variedad al asunto y sacar a flote la vena ecológica.
Hasta
mañana
Pepeprado
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