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martes, 1 de octubre de 2013

Va a ser verdad

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que es viernes y por tanto día que se debe pensar, pienso (luego existo) y creo que va a ser verdad eso de que la crisis está pasando.
Vamos a ver, esto no lo digo porque a don Montoro le haya dado esa alucinación que da a todos los ministros de su ramo últimamente, que ven brotes verdes, luces al final del túnel y cosas así, lo deduzco por otras indicadores, menos estudiados pero mucho más fiables. El primero de ellos es que ya, algunos se están poniendo en campaña electoral. El señor Pérez, ha olfateado que es posible que para dentro de un par de años vuelva a haber dinero en la caja y ya se apresta a prometer referéndums, federalismos y cualquier cosa que haya que prometer. Como este, muchos, hasta doña Espe se ha tirado al ruedo y nos quiere catalanizar a todos, incluido a mí, que estoy encantado de ser como soy y puñetera la falta que me hace de ser más insolidario, mas egoísta y mas enemigo de todos.
También se le nota al TS que ya ha dicho que lo del señor Blanco no fue un cobro, aunque el que pagó así lo jura por sus muelas tóas. Más de lo mismo con el fiscal del Faisán, que va camino de convertirse en Gallina Turuleta (el caso, no el señor fiscal que es muy digno) y que en sus conclusiones dice lo que piensa, pero pide lo que es mandado; que le pasen la mano por el lomo a los acusados y a sus protectores. E incluso don Urkullu ya también quiere posicionarse por si suena la flauta en las siguientes elecciones y con una coalición al estilo andaluz, él puede meter el cazo. Estos son los síntomas, así, que debe ser verdad, la cosa está mejorando.
Una vez dicho esto, volvamos a la Cortijá. Doña Mercedes sigue sembrando el pánico. Tanto que don Griñán, para que no queden dudas de su blindaje, se ha ido a “fabricarse senador” a un notario. No es que con esto desconfíe de su propio gobierno, que puede que algún día le deje a los pies de los caballos, pero es que un acta notarial aún es algo importante en este país. Sigo ignorando cómo lo de Senador, que es un cargo de elección popular, se puede regalara así, por las buenas, a los amigos. Que alguien me lo cuente, soy todo oídos.
En actitud expectante debe estar la nueva Cortijera, porque doña Mercedes ha empapelado, ya formalmente, a su segundo, por lo que puede que por mucho que se aparte, algún día va a tener que hablar de esto, aunque se le congele la sonrisa reglamentaria. Sigue también sin meter la cuchara en las comilonas y los desvíos de fondos para los parados de los sindicalistas, a esos no quiere “ofenderlos”, son su grey.
En los asuntos serios, ayer vi en la tele una noticia preocupante. En Francia han prohibido los concursos de belleza para niñas menores. Eso está muy bien, pero lo preocupante es que ya en Francia, que está ahí al lado,  se ha convertido en un problema, y ha habido que prohibir por ley lo que debería prohibir el sentido común.
Me preocupa porque en este país, donde desde que entró la ola del güenísmo institucionalizado y generalizado, cualquier cosa vale, especialmente es válida si cumple un par de parámetros; ser hortera y permitir que algunos vivan del cuento sin pegar un palo al agua (véase, cómo ejemplo, el plantel de “invitados de T5). Aquí, que padres desaprensivos intenten vivir a costa de prostituir mentalmente a sus nenes, es cosa de ya mismo, por eso, siguiendo la estela del país vecino, que cómo está gobernado por los más “ilustrados e ilustres”, deberíamos ir pensando también en intentar evitar esto. Y ya es bastante por hoy.
Hasta el lunes 
Pepeprado


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