Estos días ando así,
despistado y a salto mata. No porque se me haya ido la olla, sino porque las
obligaciones familiares y la peregrinación para buscar regalos para el día de Reyes
me tiene desestabilizado.
Con todas las cosas que
inventan, ya debería haber un programa que con solo ponerte un cacharrito en la
oreja, te dijera con seguridad cierta, qué leches tienes que comprar a cada uno
y dejar de darle vueltas al magín para, lo más seguro, al final no acertar con
casi nadie.
He pensado que podía preguntarle
al Duque palmero que le va a regalar a su sangreazulada parienta, ya que
debemos tener unas cuentas corrientes parecidas y podía aprovechar sus sabios
consejos, aunque a lo mejor también me los querría cobrar. Al menos la mía, la
cuenta, es corriente del todo, la de él tiene que ser algo más gordita, especialmente
tras saber sus habilidades económicas. Han dicho, y lo han hecho con toda
seriedad, que una de las “conferencias” de este pollo, salió a quince mil euros
de vellón el folio, y que además, algunos
de sus informes eran simples refritos de internet. Reconozcamos que el
ciudadano espabilado sí que ha salido pero eso sí, herniarse por currar no se
va a lastimar.
Mientras tanto, al resto de
los curritos hispanos nos van apretando las tuercas, cosa por otra parte que se
veía venir desde lejos. Los responsables del desaguisado, entretanto ladran
desde la distancia y todos, absolutamente todos, los que han metido la mano en
la caja siguen en la calle campando por sus respetos, incluidos abogados
futboleros, ministros gasolineros y ex presidentes trajeados. Dicen que al preso
más antiguo de este país, que es un desgraciado que no mató a nadie y que
aunque fuera una perla coralina, los dirigentes han dejado con sus ejemplo, sus
culpas en algo testimonial, están pensando en indultarle los dos años que le
quedan… Manda güevos, que diría el hondureño. Para soltar a este, que por
cierto ya anda en edad de jubilación o próximo a ella, se tienen que reunir
todos los consejos de ministros y sanedrines y comités del país; para soltar a
banqueros y trapaceros, con sólo una firma, eso sí, una firma amiga, se les
perdona todo.
Lo que pido a los Reyes, a
los cuatro, a los Magos y al de la Zarzuela, es que para este año que ha
empezado, se derrame por este castigado solar algo de justicia, y quede claro
que hablo de justicia, no de leyes, que esa solo sirven parta los que se buscan
abogados “apropiados”
Con esto, lo dejo, es por la
tarde y tarde, así que las neuronas andan descabaladas. Mejor mañana intento poner
algo más de optimismo al asunto.
Hasta mañana.
Pepeprado
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